Señoras y señores: una vez más el tema de los promotores en México, mucho se ha hablado al respecto pero también mucho se desconoce. En una ocasión entrevisté a Carlos Hurtado, inteligente, conocedor del futbol mexicano y de su propio negocio y me dijo "ya no puedo hablar más de gente con la que he tratado porque más del 90 por ciento tiene cola que le pisen y eso entorpecería mis negocios".
Últimamente se ha hablado mucho de los promotores, Guillermo Lara, muy ligado a Justino Compeán, Carlos Hurtado, muy ligado a Cruz Azul, América y otros, de jugadores, técnicos y directivos ligados a esos promotores, presidentes, vicepresidentes, directores deportivos. Ahora ya hay muchos, Taylor, Sanz, Ordiales, agentes como Eduardo Hernández.
Para mí el promotor es el que compra y vende, lamentablemente hay corrupción y eso vuelve el problema mucho más serio. Si el promotor vende y de esa venta le exigen un porcentaje para el comprador, lo va a dar porque su negocio es vender.
Esto viene a cuento por lo que dijo en Futbol Picante, de ESPN, Mario Carrillo, de quien todos sabíamos que había trabajado para Carlos Hurtado, dijo que por ahí del 2008 lo llamó para decirle que ya no le gustaba el técnico del América, que entonces era Luis Fernando Tena, y que quería que él regresara y le dijo: "hay una diferencia pero no te la van a pagar a ti, me la van a dar a mí, pero a ti te van a dar un buen sueldo y buenos premios", era la tercera ocasión en que lo invitaban, y Carrillo le contestó: "si te la van a dar a ti, mejor dirige tú", además de otras palabras altisonantes que no puedo repetir.
El problema es cuando la gente miente y dice "pues sí me ayudó pero finalmente fueron los directivos los que me llamaron". Claro, los directivos llaman a un técnico o compran a un jugador porque el promotor les dice que puede ayudar a componer su equipo o llegar con un paquete de 4 ó 5 jugadores para reforzarlo.
Y así se van arreglando las cosas, pero no solamente en México, también en otros lados. La FIFA les da a los promotores un permiso especial para que puedan trabajar, pero a veces los negocios mal llevados llegan a rebasar los límites de la ética y de la honestidad. No quiere decir que todos los promotores y agentes sean corruptos e involucren a los futbolistas en negocios peligrosos, a veces son personas que le pueden sugerir al jugador que invierta en tal cosa o que algún anunciante les va a pagar tanto, o que estudien, en fin, ese tipo de cosas que se hacen en el deporte americano y europeo.
Sería bueno que un promotor hablara y dijera cómo son y cómo se hacen las cosas.
Jrfernandez@reforma.com