Irán. Mahmud Ahmadineyad, presidente de Irán.
El debate público que estalló recientemente en Israel sobre la eventualidad y necesidad -o no- de un ataque militar a las instalaciones nucleares de Irán, da la sensación de que la cuenta regresiva hacia un enfrentamiento bélico ha comenzado. Pero es oportuno recordar no sólo que una conflagración armada aún no es segura, sino que la situación, en el pasado, era otra muy diferente.
La abierta hostilidad entre el Irán de los ayatolas y el Estado de Israel es producto directo de la revolución islámica simbolizada en el derrocamiento del Shah Reza Pahlevi -quien se exilió a Egipto en enero de 1979- y el regreso a Irán del exiliado líder opositor ayatola Rojula Jomeini, un mes después. Hasta entonces, Irán mantenía buenas relaciones con Israel, y el beneficio era mutuo. Gozaba de la ayuda de numerosos instructores agrícolas y expertos en diversas áreas profesionales, mientras daba por su parte a Israel una sensación de que no estaba totalmente solo en la región, siendo Irán un país musulmán con el que el Estado judío tenía buenos vínculos, en medio de un entorno de gran hostilidad.
Claro está que para Israel también era provechoso poder contar con un sitio como Irán para información de inteligencia en una zona donde su presencia era rechazada, por lo cual cuando Eliezer Tsafrir, el último representante del Mossad en Irán, tuvo que abandonar el país, la sensación era que se cerraba un capítulo clave en la historia de Israel en la región.
La revolución islámica fue desde un principio hostil a Israel, apoyando a los opositores del proceso de paz en sus diversas etapas, financiando a los grupos terroristas responsables de atentados y proporcionando armas y dinero a los más radicales.
Pero el ascenso de Mahmud Ahmadineyad a la presidencia iraní, en agosto de 2005, agregó una nueva dimensión a la abierta enemistad entre el régimen islámico e Israel.
Ahmadineyad se caracterizó por un constante desafío a la existencia misma del Estado judío, siendo el único gobernante del mundo que llama abiertamente a destruir a otro país miembro de la comunidad internacional: Israel. Utilizando todo tipo de vocablos ofensivos, el presidente iraní no dejó lugar a dudas: estaría dispuesto a borrar a Israel del mapa.
Han sido numerosas sus proclamaciones en este sentido. Una de las más recientes, durante una visita a Líbano, quedó registrada en una entrevista concedida por Ahmedineyad a "Al Manar", la televisión de Hezbolá, considerada "cercana" a Teherán: "Irán sigue el tema de la erradicación de Israel con determinación y en forma muy decidida, y nunca jamás dará marcha atrás en este punto de vista y en esta política", declaró el presidente.
Un día antes, en Teherán, había tenido lugar una manifestación masiva bajo el lema del "Día Al-Quds" (Jerusalén), tras la cual Ahmadineyad había dicho que el objetivo debe ser "borrar del mapa a ese tumor infeccioso", o sea Israel. A esta abierta hostilidad, se agregó un tono que Israel ve claramente como señal de antisemitismo, debido a la línea del líder iraní, quien insiste en desmentir el Holocausto del pueblo judío perpetrado por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
Dadas las numerosas evidencias históricas -registradas por los nazis- de sus hechos, hay quienes ven en esta postura del presidente del país islámico más una prueba de su ridiculez que otra cosa. Es más: este tema ha sido motivo de críticas contra Ahmadineyad dentro del propio Irán.
Pero todos estos elementos podrían ser meras pruebas de una relación problemática y no necesariamente preocupante, si no se sumara a ellos el plan nuclear de Irán. Tal cual Israel advierte desde años, la Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó hace pocos días que Irán está desarrollando dimensiones militares en su plan nuclear, dando pasos que sólo pueden ser interpretados como búsqueda de armas atómicas.
Para Israel, esta es la combinación letal, que diferencia a Irán de otros países que tampoco son amigos de Israel, como Paquistán o Corea del Norte: un régimen como el de los ayatolas, con una ideología islamista radical, cuya posición pública es favorable a la destrucción de Israel, con poderío nuclear.
El periodista israelí Ronen Bergman, especializado en el tema iraní, más que nada en su plan nuclear, dijo a esta cronista que le cuesta creer que el primer ministro Benjamin Netanyahu pueda permitirse no estar preocupado y no tomar medidas para impedir que Irán se convierta en una potencia nuclear.
Hace pocos años, en una conferencia en Instituto de Asuntos Contemporáneos de Jerusalén, el entonces líder opositor Benjamin Netanyahu, dijo: "Se sorprenderán de saber que yo estoy a favor de dar prioridad a sanciones económicas, que pueden ser efectivas si se imponen en forma organizada y conjunta". Pero el tiempo transcurrido desde entonces ha demostrado que las sanciones no son categóricas ni "neutralizantes" o seriamente "debilitadoras", como quisiera Israel. La gran pregunta pendiente es si acaso el reciente informe de la OIEA cambiará el cuadro general, convencerá a Rusia y China de que es imperioso endurecerlas, a fin de hacer justamente un esfuerzo no bélico para que Irán no arme la bomba. Fallar con las sanciones podría ser la antesala de una decisión de atacar.
El general Giora Eiland, ex asesor de Seguridad Nacional de Israel, resumió el dilema días atrás: "Es muy peligroso atacar a Irán y tiene mucha razón todo el que menciona los riesgos al analizar la situación. Pero también es muy peligroso abstenerse de hacerlo, no atacar, porque eso significa que en dos años, o quizás ya uno, Irán podrá tener armas nucleares. Es necesario comparar entre los dos riesgos y únicamente el gabinete puede tomar una decisión al respecto, en base a toda la información que se le pone en conocimiento".
Reporte de ONU
⇒ El 8 de noviembre pasado, la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) dijo en un reporte, por vez primera, que sospecha que Irán realiza experimentos secretos con el único fin de fabricar armas nucleares
⇒ La AIEA expuso que Irán ha efectuado compra clandestina de equipos y diseños para fabricar armas; ensayos con explosivos y creación de detonantes para activar una carga nuclear; creación de modelos computarizados de una ojiva nuclear; preparación de un ensayo de arma nuclear y desarrollo y montaje de una carga nuclear en el misil Shahab 3, una arma capaz de llegar a Israel.