En cualquier género que aborden, los textos de Prado Galán reflejan gran inteligencia y su distintivo amor por el aprendizaje.
Entre los escritores laguneros que más exitosamente han trascendido fronteras resalta Gilberto Prado Galán, dueño de una vastísima bibliografía y de varios premios internacionales. Lo invitamos a conocer de cerca a este autor, famoso por su maestría en la creación de palíndromos, hasta ahora 26,162.
Un refrán asegura que “nadie es profeta en su tierra”, pero no es infalible. Prueba de ello es que cada vez que Gilberto Prado Galán visita su natal Torreón (1960) para presentar alguna de sus obras, el recinto elegido para la ocasión suele llenarse a su máxima capacidad.
Son ya 25 años los que este lagunero ha dedicado a la creación literaria. En media vida ha publicado arriba de una veintena de libros que abarca poesía, ensayo, crónica, artículo y más recientemente palíndromos. Por algunos de ellos, ha sido merecedor de importantes reconocimientos nacionales e internacionales. Asimismo ha incursionado en el mundo de la edición (al frente de la hoy desaparecida revista ArteletrA y del sello editorial homónimo), el periodismo, la radio, la docencia, y desde hace casi cinco años se desempeña como coordinador de Difusión Cultural de la Universidad Iberoamericana en la Ciudad de México. La suya es, en suma, una extraordinaria trayectoria que muestra su habilidad para combinar el genio creativo con la disciplina.
A fin de presentar a nuestros lectores un perfil más personal de este prolífico literato, Siglo Nuevo conversó con Gilberto, quien amablemente nos condujo a través de sus interesantes experiencias como autor.
PUNTO DE ARRANQUE
En cualquier género que aborden, los textos de Prado Galán reflejan gran inteligencia y su distintivo amor por el aprendizaje. Su formación académica incluye la Licenciatura en Psicología, estudios en Ingeniería Industrial en Producción -de la cual cursó hasta el quinto semestre-, y el grado de Master of Arts obtenido en la New Mexico State University.
La carrera literaria de Gilberto comenzó oficialmente en Torreón, a raíz de que en 1985 ingresara a un taller local, Botella al mar -coordinado por el escritor Saúl Rosales. En realidad había comenzado a plasmar versos desde los 20 años, pero sentía que le faltaba una guía para consolidar su proceso creativo y refinar su vocación como lector. Fue así que en el citado grupo tuvo acceso a lecturas como las de los Contemporáneos (Gorostiza, Villaurrutia, Novo, Cuesta y otros), que a la fecha se mantienen entre sus autores favoritos. El hoy catedrático se refiere a esta etapa de su vida como el punto de arranque para la actividad a la que hoy está “consagrado en cuerpo y alma”.
Aún corría el 85 cuando él mismo costeó la impresión de Exhumación de la imagen, su primer poemario. Desde entonces Prado mostró una infatigable voluntad para desarrollar sus letras. El esfuerzo invertido no tardó en rendir frutos pues apenas tres años después ganó el Premio Luis Cardoza y Aragón para Crítica de Artes Plásticas que otorga el INBA por su obra Anotaciones sobre la plástica mexicana de Rufino Tamayo. En 1989 obtuvo el Premio de Ensayo Literario Malcolm Lowry con Las máscaras de la serpiente. Ambas preseas contribuyeron a reforzar la decisión de Gilberto: permanecer en el camino de la literatura.
AL DERECHO Y AL REVÉS
A la par que se hacía de una reputación en el quehacer ensayístico y poético, Prado alentaba una costumbre adquirida en su época de estudiante a raíz de su amistad con Héctor Matouk (ingeniero): la elaboración de palíndromos. Los jóvenes se reunían en un café del centro de Torreón y Gilberto observaba cómo Matouk trabajaba en la construcción de estas frases que pueden leerse idénticamente de derecha a izquierda y viceversa. El deseo de emular a su amigo y el descubrimiento del libro Palindromía, del mexicano Miguel González Avelar, fueron la semilla que terminaría por convertirse en un florido jardín palindrómico que le ha valido al lagunero el reconocimiento mundial. Y es que si bien durante años se limitó a publicarlos esporádicamente en revistas y suplementos de diarios, el año pasado dio a conocer A la gorda drógala (el mundo de los palíndromos) y Efímero lloré mi fe, este último con nada menos que 26,162 oraciones bidireccionales, a las que define como “la proyección simétrica de nuestros hemisferios cerebrales encarnada en el lenguaje”.
Aunque la cifra es sin duda impactante, el autor de Fragmentos del asombro (2007) asevera que, como en todo, “lo que debe primar es la calidad, no tanto que haya escrito más que los demás sino que cada quien juzgue que (los palíndromos) tienen realmente un sentido y que aporten algo además de la retrolectura”.
Cabe señalar que igualmente en 2010 la editorial Colofón publicó una singular compilación hecha por el también miembro del Club Palindrómico Internacional: Sorberé cerebros. Antología palindrómica de la lengua española, en la que Prado reúne a 55 palindromistas de diferentes latitudes, incluyendo tanto a leyendas de la literatura (Juan José Arreola, Julio Cortázar, Rubén Bonifaz Nuño, Augusto Monterroso, entre otros) como a publicistas, músicos, arquitectos, matemáticos y hasta un cocinero catalán.
LITERATURA IMPARABLE
Antes de avocarse a preparar sus volúmenes consagrados al llamado “mundo de las frases jánicas”, Gilberto aumentó en 2008 su bibliografía en verso con Dolor de ser isla, bajo el sello Siglo XXI de la Universidad Autónoma de Coahuila. La generalidad de los textos fue escrita a partir de un fatídico suceso: el fallecimiento de su madre. Aunque la emoción es tangible las páginas conservan el pulcro estilo que distingue al autor, según podemos apreciar en poemas como 5 de enero del 2008:
Venía tu voz de un mundo sepultado / abriéndose camino entre las sombras. / Luz en mi soledad: / un sol que se derrama entre mis dedos / para encender mi oído. / Y recordarte ahora mientras lloro / las húmedas cenizas de tu ausencia.
Actualmente Prado desarrolla otra serie de poemas influidos por la misma dolorosa vivencia, sin que por el momento tenga contemplada su publicación.
Desde luego, eso no quiere decir que no haya más libros en puerta. Aparte de la promoción que este año dará a los ejemplares de palíndromos, están por aparecer dos volúmenes de ensayo. El primero hace una revisión histórica en torno a decapitados célebres -culminando con los que hoy por hoy aparecen en las calles del país- y contará con ilustraciones del artista mexicano Emiliano Gironella. El segundo llevará por título Sobre héroes y hazañas y repasa un listado de figuras deportivas que despertaron su admiración por diversos motivos, no necesariamente relacionados con el éxito o la fama.
En poesía, planea realizar una selección de su obra. Y por si fuera poco desde hace tiempo trabaja en su primera novela, la cual describe como “intimista de corte psicológico”, y que espera concluir en un par de años más.
Resulta innegable el carácter inquieto de este creador, que sin duda continuará dando mucho de qué hablar, consolidándose cada día más como una figura indispensable en la nueva literatura mexicana.
EL MUNDO SEGÚN GILBERTO
Tres opiniones acerca de la literatura
-“Los premios literarios son una palmadita en la espalda que te ayuda a continuar en el camino. Pero hay que tener mucho cuidado porque dependen de muchas circunstancias, como el tipo de jueces que califica tu obra. Yo me he retirado de aquellos en donde el autor envía su trabajo a concursar, ahora espero reconocimientos de otra naturaleza”.
-“La literatura mexicana goza de cabal salud. Están los grandes novelistas de siempre: Fuentes, Pitol, Del Paso, y vienen empujando los jóvenes: David Toscana, los del crack, Eduardo Antonio Parra, Luis Humberto Crosthwaite, Jaime Muñoz Vargas y gente de otra generación está haciendo cosas que valen la pena. Creo que el prestigio internacional de nuestra narrativa es muy sólido”.
-“Nos estamos quedando sin poetas en México. Murieron Marco Antonio Montes de Oca, Alí Chumacero... Gracias a Dios está vivo Rubén Bonifaz Nuño y tenemos además a Vicente Quitarte, Francisco Hernández, Jorge Valdés Díaz-Vélez y entre los jóvenes a Édgar Valencia. Pero habrá que esperar más grandes voces poéticas”.
Sobre Twitter
-“Twitter me ha permitido conocer a muchos aficionados (a los palíndromos) y lectores, e incluso a escritores. Lo abro todos los días, ofrezco algún palíndromo a los twitteros y reviso lo que me van diciendo; es muy excitante ver cómo te permite palpar lo que está ocurriendo en la inmediatez quemante de los sucesos”.
Puedes seguir sus tweets en: @gilpg
CINCO PALÍNDROMOS DE GPG
Le pedimos a Gilberto que nos mencionara algunos de los palíndromos favoritos, de su autoría. Los elegidos fueron:
-Efímero lloré mi fe.
-A la gorda drógala.
-Os reto: late prado así: rosa cara no dará poeta, flor olfateó para donar acaso risa o dar pétalo terso.
-Ama soledades la fama, ama falsedad el Osama.
-Últimas palabras de Nerón: Yo herí Roma. Moriré hoy.