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La manzana encantada

Una manzana al día, es una cucharada de salud

La manzana encantada

La manzana encantada

Considerada como el fruto prohibido. Responsable de que Blanca Nieves cayera en un sueño profundo. Causante de la discordia que generó la guerra de Troya. Inspiración de Newton en la teoría de la relatividad. Y hasta logotipo de una de las principales empresas de informática. La manzana ha inspirado a muchos, ¿pero qué tiene de especial esta fruta?

A su favor primero tenemos que decir que es curativa, purativa y desintoxicante, que ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre, y nos aporta vitaminas C,E,B y K, potasio, fósforo y algo de calcio, magnesio, cobre, selenio, zinc y manganeso.

Se dice que comer una manzana al día es muy bueno para la salud, de hecho estudios recientes señalan que la fibra y los fitonutrientes que contiene bajan el colesterol en la sangre y mejoran el funcionamiento intestinal, además de que se pueden relacionar con un riesgo reducido de contraer una cardiopatía isquémica, ataques al corazón, diferentes tipos de cáncer, diabetes tipo II y asma.

Prevención del cáncer

Estudios realizados en Finlandia señalan que las dietas con un mayor consumo de los fitonutrientes que se encuentran en las manzanas se asocian con una reducción en la incidencia de cáncer pulmonar.

Otras investigaciones ha revelado que la quercetina, un flavonoide muy abundante en las manzanas, ayuda a prevenir el crecimiento de células cancerígenas en la próstata. Pero eso no es todo al parecer los fitoquímicos en la piel de una manzana inhiben también la reproducción de células cancerígenas en el colon.

Aliada de la digestión

Y si todavía queda alguna duda sobre los múltiples beneficios que aportan las manzanas a nuestra salud hablemos sobre sus propiedades depurativas, ya que su fibra ayuda al transito intestinal y promueve la pérdida de peso. Una manzana mediana contiene aproximadamente cinco gramos de fibra, más que la mayoría de los cereales, además de que contiene casi cero gramos de grasa y colesterol, por lo que podemos comernos una como postre y no sentir ninguna culpa.

También se sabe que la fibra insoluble de la manzana ayuda a eliminar el colesterol malo, mientras que la fibra soluble llamada pectina reduce el nivel de colesterol producido en el hígado ayudando también a eliminar los metales pesados como el plomo y el mercurio del cuerpo.

¿Cómo comprarlas?

La próxima vez que estés a punto de comprar una manzana debes desechar aquellas con golpes, pudrición, arrugas, puntos blandos, máculas o manchas.

Para ver la madurez de una manzana debemos tomarlas por el centro y aplicarles una leve presión; si al hacer esto sentimos que la pulpa esta firme y que la piel se arruga tan solo un poquito, es que la manzana esta en su mejor momento.

En general este fruto puede durar de una a tres semanas a temperatura ambiente, pero si queremos conservarlas un poco más lo ideal es meterlas en una bolsa de plástico y colocarlas en la parte menos fría del refrigerador.

Su historia

Con más de 7 mil 500 variedades la manzana ha sido consumida por el hombre desde al menos 6 mil 500 años antes de Cristo y se cree que el fruto es originario de Europa Oriental, del Cáucaso y de Asia Central.

Se sabe que los romanos fueron quieres consiguieron las mejores manzanas gracias a los injertos realizados por un hombre llamado Matios o Mato. Y fue el que dio el nombre de “manzana” a la fruta del manzano.

Fueron los conquistadores españoles quienes extendieron el cultivo de la manzana al nuevo mundo y, cien años después, desde Iberoamérica, el manzano emigró a América del Norte y posteriormente a África septentrional y Australia. Fuentes: La Biblia de las plantas medicinales y curativas, Washington Apple, Euroski Consumer, Euroresidentes

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