La nueva reina del tenis

Caroline Wozniacki lo tiene todo. Es joven, hermosa y sobre las canchas de tenis, hoy por hoy merece ser llamada la mejor del mundo. A sus 20 años y aún sin haber ganado un solo Grand Slam, en 2010 la danesa conquistó la cima del deporte blanco.

Caroline Wozniacki nació en Odense, Dinamarca, y es profesional desde 2005. Mide 1.77 metros y pesa 58 kilos. Su mejor brazo, el derecho; su habilidad, el revés a dos manos. Aunque no cuenta con una gran variedad de golpes, es tenaz, tiene un estilo de juego sólido y una mente ganadora.

En su debut en el Western & Southern Financial Group Women’s Open fue vencida por quien posteriormente ganaría la competencia, la suiza Patty Schnyder. En 2009, perdió la final del Abierto de Estados Unidos frente Kim Clijsters. Pero unos meses después superó a las dominadoras del circuito femenil, las hermanas Venus y Serena Williams, las sorprendentes serbias venidas a menos Jelena Jankovic y Ana Ivanovic, las belgas Clijsters y Justine Henin, e incluso hizo olvidar a las siempre llamativas rusas comandadas por Maria Sharapova.

Caroline es una apasionada del deporte. Lo trae en las venas. Su madre fue parte del equipo nacional de voleibol de Polonia; su padre jugó futbol en Miedź Legnica y Zagłębie Lubin (Polonia), Mannheim (Alemania) y Boldklubben 1909 (Dinamarca); y su hermano es actualmente futbolista en su país natal. Quizá por esa influencia es fanática del soccer (seguidora del Liverpool de la Liga Premier inglesa y del niño Torres). Ahora es además dueña de las pasarelas deportivas. Habla tres idiomas (danés, polaco e inglés) y es entrenada por su padre, Piotr. Sus triunfos en los torneos de Ponte Vedra Beach, Copenhague, Montreal, New Haven, Tokio y Pekín, o las finales de Indian Wells o el Masters fueron suficientes para dejar atrás a sus compañeras de profesión. También en 2010 la Federación Internacional de Tenis (ITF) nombró a esta danesa la mejor jugadora del año, junto al español Rafael Nadal.

Wozniacki es la cuarta más joven de la Historia en ser número uno (Martina Hingis, Mónica Seles y Steffi Graf lo lograron a menor edad). La carencia de un gran título la ha sabido compensar con consistencia. Para ella, el simple hecho de pertenecer a la lista de la ITF es motivo de orgullo. “He tenido un gran año en 2010 y estoy entrenando duro para que 2011 sea incluso mejor”, señaló tras recibir el reconocimiento.

UNA ASCENDENTE CARRERA

Luego de coronarse en diferentes torneos junior (entre ellos el Wimbledon), en 2006, Caroline comenzó la temporada llegando por primera vez a cuartos de final en un encuentro en Memphis. Al año siguiente se ubicó entre las 100 mejores tenistas del mundo y enfrentó su primera semifinal en una contienda de la Women’s Tennis Association (WTA) en Tokio. Para 2008 consiguió el trofeo de dobles junto a Venus Williams y obtuvo dos títulos de la WTA en Estocolmo y New Haven. El tercero de su carrera lo alzó en Tokio, mientras que en 2009 se proclamó campeona de Ponte Vedra Beach.

Navegando entre triunfos y derrotas, su trayectoria rumbo a lo más alto se intensificó en 2010. Poco a poco se fue colocando la etiqueta de favorita. Fue cuarta cabeza de serie en el Abierto de Australia, posicionándose entre las primeras ocho en un Grand Slam. En Indian Wells llegó hasta la final como segunda cabeza de serie; fue derrotada por Jankovic, pero subió al sitio dos del ranking.

Caroline tuvo que retirarse de una competencia en Charleston tras torcerse el tobillo. La lesión fue calificada como seria. A pesar de todo, en una muestra de su carácter tenaz, siguió en la temporada sobre arcilla, si bien tuvo una pobre actuación. Fueron malos días para la rubia. Como campeona defensora perdió rápidamente en Eastbourne. En Wimbledon fue ‘borrada’ en cuarta ronda.

Sin embargo, gracias a su creciente popularidad se creó el Torneo de Copenhague en su país natal, al que arribó como la primera sembrada: cobijada por el calor de su público se metió hasta la final para vencer a Klara Zakopalova. En Montreal logró su tercera gran victoria del año y en New Haven cosechó su tercer título consecutivo en ese lugar, además de llevarse el US Open Series.

Tras recuperar el paso triunfador, se plantó en el Abierto de Estados Unidos como la máxima figura (gracias también al retiro de Serena Williams). Cayó en semifinales, pero se convirtió en una de las dos jugadoras (junto a Venus) en alcanzar al menos la cuarta ronda en los cuatro Grand Slams de 2010.

Luego ganó el Toray Pan Pacific Open de Tokio y así se posicionó como la primera tenista que consigue al menos cinco títulos en un mismo año desde que Justine Henin obtuviera 10 en 2007.

Por fin, en el China Open de Pekín, la danesa desbancó a Serena Williams de la cima del ranking tras derrotar a Petra Kvitova. Desde cuartos de final jugó con una lesión en la rodilla izquierda. Y así se impuso en la final a Vera Zvonareva, en un partido de dos horas cuatro minutos. Con ello estrenó su liderato en el ranking de la WTA y de paso acreditó su sexto título de 2010.

Para terminar el exitoso año, aterrizó en el Torneo de Doha como primera sembrada y favorita. En el round robin únicamente perdió con Samantha Stosur, en un grupo que compartió con Dementieva y Schiavone. Clasificó como segunda y en semifinales venció con comodidad a Zvonareva. Una vez en la final, Clijsters se encargó de frenarla (en una repetición de lo ocurrido en el Abierto de Estados Unidos). Pero el primer lugar ya estaba asegurado. Así concluyó la temporada, todavía sin un Grand Slam o una Copa Masters.

LO QUE VIENE

Wozniacki se cuenta entre los deportistas de élite que buscan mantener un vínculo fuerte con sus seguidores, para lo que creo una página de Internet y cuentas en Twitter, Facebook y YouTube.

El 5 de enero logró su primer triunfo de 2011 al imponerse a la china Li Na, en un partido de exhibición en Hong Kong, ganando por 6-4 y 6-3. Pero apenas el sábado anterior había perdido frente a su verdugo Clijsters, en Tailandia. Luego anunció en Twitter (@carowozniacki) que se encontraba en Australia para disputar un nuevo torneo, en el que fue eliminada sólo dos días después. Es claro que durante este año la tenista tendrá el enorme reto de demostrar que no llegó hasta donde está por casualidad y el reto no será sencillo. La anterior número uno, Serena Williams, se dispone a reclamar el lugar que algún día le perteneció.

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