Piscina Mitch, 2008.
El fotógrafo es un coleccionista de historias que son contadas silenciosamente a través de imágenes. La cámara es sólo un mecanismo que registra lo que su ojo ve y lo que su mente selecciona ver.
No es fortuito que Francisco Aguirre comparta los elementos que se combinaron en un instante, realidad física y mente. Todo tiene una intención. El pretexto es perpetuar los momentos que componen la selección que nos regala desde Honduras, su actual hogar.
Estos fragmentos de realidad no son perfectos porque carecen del sonido, los aromas, la temperatura o el viento, y ese es nuestro aporte: al mirar, nuestra imaginación complementa de forma sublime las limitaciones de la imagen y la enriquecen. La puerta frente a nosotros se abre, permitiéndonos seguir el sendero trazado por Francisco.
Francisco Aguirre
Torreón, 1964
Estudió la carrera de Artes Plásticas en la Facultad de Artes Visuales de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Egresado como pintor, decidió hacer de la fotografía su medio de expresión artística. Perteneció a los colectivos de artistas Voces en el Desierto y La Manita Azul.
En 1994 fue becario del Icocult por su propuesta Sombras largas, un recital gráfico de los paisajes y gente del desierto lagunero, la cual en 2004 resultó ganadora del Premio Internacional Juan Rulfo de la Unión Latina en París Francia, y obtuvo además el séptimo lugar en el concurso internacional AGFA Noir&Blanc 2002, en donde fungió como jurado Sebastião Salgado. Esta misma serie ha sido exhibida en diferentes espacios de México, Francia y Honduras, destacando entre ellos la galería Renoir de París y el Centro de la Imagen en el Distrito Federal.
Actualmente radica en Honduras y experimenta en la fotografía digital. Este año realizó su primera exposición de dicha vertiente en la galería de la Alianza Francesa de Tegucigalpa, con la serie denominada La puerta.