La revancha del 'Maestro'
Era febrero de 2006. Tras siete partidos sin conocer victoria, la directiva del Santos Laguna cesó a Benjamín Galindo de la dirección técnica de los Guerreros. De lado quedó el gran cariño que La Laguna sentía por el "Maestro" y tanto el club como el hombre siguieron sus caminos por separado. Wilson Graniolatti tomó el lugar de Galindo en la banca y poco dejó para el recuerdo.
Más de cinco años después, el "Maestro" volvió a la Comarca para tomar a un equipo con un futuro incierto en lo deportivo. Tras la destitución de otro entrenador foráneo con números poco favorables en el futbol mexicano, arrancó la segunda era Galindo al mando de los albiverdes. Esta vez los triunfos no tardaron en llegar, cinco en la Liga y otros más en la Concachampions de manera consecutiva.
Hoy, el querido "Maestro" está a punto de dirigir la segunda final en su carrera, primera con el equipo de la Comarca, con el que fue campeón como jugador en 1996. La vida le ha dado otra oportunidad a Benjamín, quien está a dos encuentros de levantar su primera copa como director técnico.
El lado amable del entrenador. Una vez anunciado su regreso, en septiembre de este año, Galindo no perdió tiempo. Junto a su cuerpo técnico, integrado por los también campeones guerreros de otros tiempos Héctor Adomaitis, Héctor López y su preparador físico Luis Octavio Duarte, y "tomó al toro por los cuernos". En los primeros días, su tarea fue más de vestidor, donde pudo encontrar y resolver algunos puntos débiles.
Pero el "Maestro" no se olvidó de las relaciones públicas y aceptó que pronto se llevara a cabo la tradicional "pica" entre medios de comunicación locales contra cuerpo técnico del club. En la cancha, Galindo dirigió a los suyos con el toque que no ha perdido y los gritos de quien ya sabe lo que es estar en el banquillo. Minutos después, se confundió en la mesa de los comunicadores y humildemente fue uno más en una comida entre amigos. Ese carácter amable ha acompañado al zacatecano a lo largo de su vida.
Juan Salazar, aficionado al futbol, recuerda una anécdota desde el vecino país del norte. "Lo vi antes tomar un tour por el lago Michigan. Él estaba intentando darle una propina a un vendedor, pero en Estados Unidos eso no se acostumbra en cualquier lado. Lo vi y le dije 'Maestro'. Volteó y me saludó de mano, entonces le pedí que si me podía tomar una foto con él".
Era julio de 2005. Galindo iba al frente de las Chivas del Guadalajara, que un día antes habían enfrentado al Real Madrid en Chicago. Fue entonces cuando Juan puso a prueba el carácter amable del entrenador. "Él me preguntó que si había asistido al juego, a lo que respondí que 'sí, soy americanista y vine a ver al Real Madrid'. El 'Maestro' sólo se río y yo seguí: 'qué baile el de ayer'. Galindo se volvió a reír y dijo 'están en otro nivel'. En ese Madrid jugaban Zidane, Figo, Owen, Raúl, Casillas, Beckham, Roberto Carlos y Ronaldo, entre otros", recuerda el aficionado, quien agrega que el ídolo de Tierra Blanca "es un tipo sencillo, amable, generoso, sin nada de soberbia".
La hora del desquite. Hoy, Galindo tiene su revancha en puerta, una de ésas que el futbol da, que la vida no le niega a quien la busca. Y va por el primer título de su carrera como entrenador, luego de que hace tres años se le escapara desde los once pasos cuando dirigía al Cruz Azul. Enfrente tendrá a un colega a punto de llegar a su partido 800 como técnico, el "Tuca" Ferretti. Pero el grupo de jugadores con el que cuenta le da para soñar.
Hace más de cinco años, Santos vivía momentos difíciles y el "Maestro" no tuvo la respuesta. Ahora la suerte le ha cambiado. Galindo enderezó una nave que naufragaba en la incertidumbre y la metió al partido final. En su plantel, tiene jugadores con experiencia como Oswaldo Sánchez y Juan Pablo Rodríguez, mientras que en el ataque finca sus esperanzas en un inspirado.
Oribe Peralta y sus compañeros de ataque. Los tiempos han cambiado, y quizá ya le llegó su momento de gloria al "Maestro", en una tierra donde se le quiere y respeta.
