Mirando A Fondo / En Su Escuchado Programa radiofónico, Pedro Ferriz planteó a su audiencia la siguiente pregunta: ¿Si estaban o no de acuerdo en la guerra en contra del crimen organizado? Los radioescuchas participantes manifestaron en un 96% que sí estaban de acuerdo que prosiga esa lucha contra los enemigos de este país, y el 4% dijo que no.
VIENE ESTO A colación porque la encuesta radiofónica refleja de una u otra manera, que el sentir de gran parte de la población está de acuerdo de que la guerra debe continuar; aunque, por otra parte, existen otras voces que piden se termine con ella, o, en el mejor de los casos, se replantee la estrategia que a la fecha se ha venido usando.
HAY OTROS SECTORES De la sociedad que opinan que el Ejército debe retornar a sus cuarteles y dejar que sean exclusivamente las autoridades civiles las que afronten el problema. Si partimos de la premisa de que la seguridad del Estado y la de sus habitantes es una prioridad indiscutible, y que esa seguridad del Estado y de los mexicanos ha sido gravemente vulnerada por los criminales, deberemos reconocer que la lucha planteada por el presidente Felipe Calderón es entonces la única y última instancia posible para hacerle frente.
NO PODEMOS Dejar de lado al tratar el asunto de esta guerra, las graves implicaciones que ha tenido para todos y cada uno de los mexicanos a lo largo y ancho del país; sus daños colaterales, la muerte de inocentes, la violación de los derechos humanos, esto entre otros terribles daños que nos vienen sucediendo en este país.
SI CON EL EJÉRCITO En las calles los criminales siguen haciendo de las suyas, imaginémonos cómo estaríamos al día de hoy, con los criminales infiltrados a todos los niveles de las estructuras del Estado y del poder político. Es muy posible que sin la guerra al crimen el país estaría en estos momentos muy en paz y tranquilo, pero sin duda bajo la dictadura de los criminales.
GRAVE SÍ, Que haya habido la necesidad de recurrir al Ejército, pero las circunstancias así lo ameritaban. En estos momentos está en juego la misma viabilidad del Estado y de nuestro sistema democrático. El Ejército no está luchando en contra de hermanitas de la caridad. Se enfrenta a grupos criminales desalmados, bien armados y entrenados que buscan socavar y desestabilizar al estado de derecho para dominar finalmente al país.
DE AHÍ QUE LA GUERRA, Aun con todas sus nocivas y lamentables consecuencias para la población, vendría a ser un mal menor pero necesario para los tiempos que vivimos. En estas condiciones, a la nación no tiene nada más que una opción: someterlos o rendirse. De lo contrario ellos someterían a los 112 millones de mexicanos. De llegar eso a suceder, México sí sería un Estado fallido con todas las inimaginables y dolorosas consecuencias para las generaciones venideras.
