La 'Vinotinto' sigue sorprendiendo
- Venezuela pasó de sorpresa a realidad y avanzó por primera vez en su historia a las semifinales de la Copa América al vencer el domingo 2-1 a un Chile que llegaba como favorito.
La Vinotinto, invicta en la mejor campaña de su historia, enfrentará el miércoles en Mendoza a Paraguay por un boleto a la final.
La selección de César Farías se puso arriba en el marcador a los 34 minutos, cuando el zaguero Oswaldo Vizcarrondo definió de cabeza un tiro libre de Juan Arango. Humberto Suazo igualó a los 69, cuando Chile parecía listo para dar vuelta el partido, pero Gabriel Cichero le dio el triunfo a los venezolanos a los 80.
"Silenciamos la adversidad, los pronósticos, la localía de otros", dijo Farías. "Jugamos cuando tuvimos que jugar, sufrimos cuando tuvimos que sufrir, tuvimos suerte cuando tuvimos que tener suerte, castigamos cuando tuvimos que castigar".
La Vinotinto parecía condenada en el complemento, ante una avalancha roja impulsada por los hombres de ataque que Claudio Borghi mandó a la cancha. Una vez más, la entrada de Jorge Valdivia fue fundamental para que Chile recuperara el circuito ofensivo que no había tenido en el primer tiempo, la peor mitad del equipo en la Copa según el propio técnico.
Suazo empató con un remate potente que pegó en el travesaño y entró al arco, tras una entrada por derecha y un centro raso de Alexis Sánchez. Chile además desperdició numerosas ocasiones en la boca del arco, incluidos dos remates en el travesaño y otros tantos remates despejados en la línea por los venezolanos.
Cuando más asediada parecía Venezuela, Cichero empujó en el área un rebote que dejó picando el arquero Claudio Bravo tras un centro desde la derecha de Arango.
"El gol (de Chile) no nos debilitó, nos hizo salir un poco más", dijo el volante Luis Seijas, al que Farías mandó a la cancha en el segundo tiempo a perseguir a Valdivia y a intentar buscar el gol de contragolpe. "Fue positivo porque nos hizo salir, estábamos muy encerrados".
Venezuela estaba en cuartos de final apenas por segunda vez en su historia, tras lograrlo en 2007 cuando organizó el torneo.
Chile, que se sentía más favorito que nunca tras las caídas de Brasil y Argentina, causó una enorme decepción a las miles de personas que cruzaron los Andes para apoyarlo en San Juan en una noche gélida.
"Desgraciadamente no hemos podido cumplir con la gente todas las expectativas que tenían", señaló Borghi.