La diputada local Claudia Agatón Muñiz lamentó que las instituciones civiles sean vulneradas por militares.
La legisladora hizo referencia a los insultos que el general Alfonso Duarte Mújica, comandante de la Segunda Región Militar, dijera al secretario General de Gobierno, Cuauhtémoc Cardona Benavides, a quien llamó "borracho, grosero e irrespetuoso".
"En días pasados los bajacalifornianos fuimos testigos a través de medios de comunicación de un episodio que, más allá de lo lamentable en términos de la buena civilidad, tiene graves implicaciones para la vida política y particularmente para el respeto que debe existir entre autoridades civiles de un estado libre y soberano y un alto mando militar dependiente del Ejecutivo Federal", inició la diputada del Partido del Trabajo.
"Podríamos, como algunos lo pretenden, dejar pasar este incidente como algo anecdótico e intrascendente para la vida pública, pero faltaríamos a nuestro principio y juramento de respetar y hacer respetar las leyes", añadió.
Indicó que respeta ampliamente a la Secretaria de la Defensa Nacional, a la Armada de México y al Ejército Mexicano, pero que esto no significa sometimiento ni temor a dichas instituciones, ni a sus integrantes: "Porque como han señalado de diversas formas distintos hombres ilustres, la razón y las ideas no se someten con la fuerza de las armas".
Estimó que el tono y la forma como se comportó el general Duarte Mújica, constituyeron una afrenta al gobernador José Guadalupe Osuna Millán.
"El general, no lo dudamos, debe tener méritos para ocupar el cargo que desempeña, pero no deja de ser un elemento de las fuerzas armadas que está ahí por designación, mientras que el gobernador tiene esa investidura por la voluntad ciudadana al ser electo por el voto democrático, y eso marca una gran diferencia", sostuvo.
Claudia Agatón comentó que las fuerzas armadas constituyen la última opción de un gobierno para salvar a la nación; sin embargo, acotó que es riesgoso darle tanto poder al Ejército, incluso para las regencias civiles. Y mencionó diversos casos de golpes de Estado en América Latina.
"Sabemos que en la formación y manera de actuar entre civiles y militares, existen serias diferencias, ya que en la preparación del ciudadano civil se tiende al cultivo de su individualidad en lo concerniente a su identidad personal, basada en el derecho a la diferencia, a la libertad y de sus prerrogativas humanas y sociales.
"Mientras que en los militares la formación cultural del soldado profesional es disciplinada, verticalista, uniformizada en el escalafón de las jerarquías. Y además, en los militares el concepto de la libertad se transforma en la norma de la obediencia debida al cumplimiento de los objetivos inherentes a la institución militar", sostuvo.
"Esperamos que el Ejecutivo federal, a través de la Secretaría de Gobernación y de la Secretaría de la Defensa Nacional, actúen con base a la legalidad y al estado de derecho, para no dejar sin sanción la actitud de soberbia y altanera que tuvo el general Alfonso Duarte Mújica con el gobernador José Guadalupe Osuna Millán y, por tanto, con el Gobierno de Baja California, del cual formamos parte como integrantes del Poder Legislativo", añadió.