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Lamento que lo lamentes

No Hagas Cosas Buenas...

ENRIQUE IRAZOQUI

El año recién pasado ha sido el más violento en el país en su historia contemporánea. En lo que va del sexenio, más de 30 mil muertes han ocurrido imputables a hechos asociados a la delincuencia organizada, y en sólo en 2010, se victimó a más de diez mil personas.

Ese es el saldo real que se está viviendo en la república. Sin embargo, la violencia tiene domicilio mayoritario, y éste es Chihuahua - con Ciudad Juárez catalogada como la ciudad más insegura del mundo- Tamaulipas, Michoacán, Nuevo León y Durango - donde Gómez Palacio, aunado con los hechos que se viven en los municipios pequeños de la entidad, sufre de múltiples hechos de sangre- Creo que Coahuila no está en estos niveles, porque si bien es cierto que Torreón no la ha tenido para nada en paz, Saltillo capital vive en aparente mayor calma y el resto del estado vive en tensa paz, porque es conocido que los rancheros coahuilenses sufren ataques del crimen, como en otras muchas partes, pero no suceden por fortuna tantos asesinatos, por ello no aparece como puntero en el indicador de violencia nacional.

Desafortunadamente, aun con todo este entorno del 2010, donde en La Laguna a principios y mediados se sufrieron hechos sin precedentes cuando hasta en tres ocasiones fueron atacados dos bares y una quinta particular por pistoleros que arteramente asesinaron a los desafortunados parroquianos de los sitios ametrallados, cegando la vida de decenas de jóvenes que su desfortunio fue haber decidido haberse ido a divertir en hechos propios de su edad, las cosas al finalizar el año parecían haberse ubicado en aparente calma, y eso había en parte, devuelto la tranquilidad, y más que ello, parcialmente se había restablecido la libertad que nos fue arrebatada a los ciudadanos.

Esta situación no se da más, nuevamente por la Comarca Lagunera sin hora ni rumbo determinado, han ocurrido nuevamente balaceras, y sí, la gran mayoría hemos recordado que en Torreón, y no se diga Gómez Palacio, no se podrá volver a vivir como lo era apenas hace 6 años. Aunado a eso, la ola sin freno alguno del robo de autos ha resurgido y específicamente las preferidas de los asaltantes (que se han amparado en la impunidad total que se vive) las mujeres solas que manejan camionetas conocidas como SUVs o modelos como Suburban, Tahoe, Expedition, CVR, entre otras. Y naturalmente, nadie hace nada lo suficientemente contundente para por lo menos contener las operaciones de estos delincuentes.

En medio de todo este escenario, aparece un declaración del alcalde de Torreón, Eduardo Olmos, donde olímpicamente comenta: "a raíz de los enfrentamientos registrados en Torreón y los motines en Gómez, después de una calma relativa, refleja la volatilidad de los tiempos que se están viviendo en este momento".

Vaya, qué astucia para leer lo que está ocurriendo por parte del edil, pero el que manifieste que lamenta lo que está pasando, raya ya en el cada vez más común cinismo del funcionario que por ley encabeza la fuerza pública que debe prevenir que no ocurran delitos en la ciudad.

Es obvio que se atreve hablar así porque su confianza reside en la confianza que tiene de los triunfos electorales de su partido, que seguramente continuarán, cobijadas en la operación exitosa de asistencia social del Gobierno del Estado, de las obras que también se han ejecutado - creando una considerable deuda, hay que ponderarlo- y un espléndido manejo de la imagen de la administración del hoy virtual presidente nacional del PRI, Humberto Moreira, porque muy poco ha hecho su administración para apoyar la candidatura de Rubén en La Laguna.

Por eso, no nos queda al parecer que lamentar que quienes nos tienen que proteger, se lamenten.

En temas muchos más amables, estos días anunció definitivamente su retiro Jared Borgetti, máximo goleador de Santos Laguna y de la Selección Mexicana. En los 8 años que sudó la casaca albiverde, se coronó dos ocasiones, Borgetti es un icono de la afición lagunera.

Entrado en años para la carrera profesional, el de Culiacancito anhelaba jugar su último torneo con el equipo de sus amores, Santos Laguna. Sin embargo, el presidente del club, Alejandro Irarragorri decidió que no había cabida para él en el plantel. Por supuesto que no se le puede criticar al directivo si funda su decisión en la parte económica que el deseo de Jared implicaba, pero quizá lo pudo haber registrado y haberle dado minutos en un partido oficial y Borgetti se retirara realmente con la camiseta que los laguneros queremos, como él. Irarragorri no dio esa oportunidad, supuestamente porque el flamante ex jugador fue invitado a regresar a la institución cuando se vivía la crisis del descenso, y él rechazó la petición. Hay otra versión que cuando se jugaba el juego definitivo para resolver si Santos descendía o no, el hoy desairado jugador, vistiendo los colores del Cruz Azul, jugando contra Santos en el viejo estadio Corona en la última fecha, realizó un remate que de haber entrado, pudo en combinación de resultados, haber enviado al club lagunero a Primera A.

En fin, va a ser difícil conocer la verdad, pero si las Chivas pudieron haberle dado minutos al mítico jugador de ellos Chava Reyes, que está ya en la tercera edad, Borgetti pudo haber tenido ese último encuentro con la afición con la que tanto entendimiento tuvo.

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