El presidente electo de Guatemala, general en retiro Otto Pérez Molina, demandó ayer mayor ayuda financiera y "más decisión" de Estados Unidos para combatir al crimen organizado en Centroamérica; aclaró que evitará incrementar las tropas estadounidenses en suelo guatemalteco y aunque rechazó que pretenda emular a México y ordenar la militarización para enfrentar a las mafias, anunció que unidades del ejército de su país -como los kaibiles- serán más activas en la batalla contra los narcotraficantes mexicanos.
Pérez negó, que piense impulsar una amnistía de militares y exmilitares guatemaltecos involucrados en violaciones a los derechos humanos en la guerra de Guatemala quer se desató entre 1960-1990.
Pero sin mencionar a la guerrilla izquierdista guatemalteca -la otra parte del conflicto bélico-, pidió imparcialidad y evitar la "persecución" de sólo "uno de los bandos" -el ejército- para lograr justicia.