En las calles se observan trabajando personas de todas las edades.
Bastaron algunos minutos de recorrido por la ciudad para apreciar un fenómeno que parece estar en ascenso: el de los trabajadores de la calle.
Prácticamente todos los cruceros principales de la ciudad cuentan con personas que se dedican a vender productos, promover servicios y limpiar vehículos. Muchos de ellos, reconocen las autoridades, se vieron obligados a lanzarse a la vida laboral por la falta de recursos.
Cruceros como el de Heroico Colegio Militar y 20 de Noviembre; bulevar De las Rosas y Francisco Villa; Lázaro de Cárdenas y 20 de Noviembre; prolongación Pino Suárez y bulevar De la Juventud, y muchos otros más, albergan a decenas de personas que intentan ganarse la vida con base en la voluntad de los automovilistas.
Aunque gran parte de la ciudadanía se manifiesta en contra de esas prácticas, la falta de oportunidades hace que sea un fenómeno creciente.