A escasos días de que se lleven a cabo las elecciones en Coahuila para elegir gobernador y diputados locales, nuevamente como en años anteriores el abstencionismo es el gran enemigo a vencer.
Al respecto es importante recordar que Coahuila está entre los estados con mayor nivel de abstencionismo. De acuerdo a un estudio realizado por la empresa Parametría en las elecciones de 2005 donde la contienda fue entre Humberto Moreira y Jorge Zermeño, el 52 por ciento del padrón electoral salió a votar. En esa ocasión el PRI tuvo el 57 por ciento de los votos mientras que el 33.7 por ciento fue para Acción Nacional.
De acuerdo al mismo estudio las elecciones para gobernador que tuvieron mayor participación fueron las realizadas en 1993 donde el 53 por ciento del electorado salió a votar, en esa ocasión el ganador fue Rogelio Montemayor.
Los dos principales contendientes en las elecciones de este 3 de julio son Rubén Moreira por el PRI y Guillermo Anaya por Acción Nacional, ambos llegan en alianzas con otros partidos cuyo único objetivo es el de ganar posiciones en el Congreso local.
Todas las encuestas dan un amplio margen de ventaja a Rubén Moreira, aunque los panistas afirman que en sus encuestas hay un empate técnico e incluso dicen que se vivirá una jornada similar a la de Durango donde el actual gobernador Jorge Herrera, ganó por una mínima ventaja a José Rosas Aispuro. Obviamente los panistas afirman que ahora sí ganarán.
La jornada de este domingo tendrá una variable inédita en los procesos electorales del estado que es la violencia. Hay muchas colonias donde debido a los altos niveles de inseguridad es predecible que poca gente salga a votar e incluso hay que esperar a ver si todas las casillas se logran instalar.
Por otra parte, en los últimos días los ataques en spots publicitarios y vía e-mail aumentaron en forma considerable. La guerra sucia fue la principal característica de estas campañas, donde las propuestas fueron eclipsadas por las descalificaciones.
En su edición del pasado sábado El Siglo de Torreón informaba que comenzaron a circular dos videos contra los candidatos del PRI, Rubén Moreira, y del PAN, Guillermo Anaya.
Los videos retomaban acusaciones de supuestas irregularidades por parte de funcionarios del Gobierno de Coahuila, así como el presunto vínculo de Anaya con Sergio Villarreal Barragán, exoperador del Cártel de los Beltrán Leyva.
Nuevamente la propaganda en la Web se limitó a subir videos en el YouTube para denostar al enemigo, lo que sin duda en vez de fomentar la participación de los jóvenes los termina ahuyentando de las elecciones, cansados del espectáculo de la política donde predominan las descalificaciones sobre las propuestas.
Frases como Más Mejor, Di no al hermano, y otras más fueron la principal característica de unas campañas, que como ya es costumbre en México, se prometieron soluciones para todos los problemas.
Es importante llamar a las dos principales fuerzas políticas a la civilidad para que la jornada electoral transcurra en calma, ya que sin importar quién gane, es necesario que el lunes cuatro de julio le demos la vuelta a la página y nos concentremos en ir a trabajar, dejando a un lado el encono y creando las condiciones necesarias para avanzar como estado.
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