"Nunca es triste la verdad. Lo que no tiene es remedio."
Joan Manuel Serrat
El primero de febrero fue uno de esos días de enorme violencia que se han vuelto cada vez más comunes en nuestro país. En tres ciudades, Monterrey, Guadalajara y Zacatecas, se registraron verdaderas batallas callejeras con saldos de varios muertos. En Nuevo Laredo, Tamaulipas, fueron encontrados 25 niños en tres grupos distintos sin un adulto que se hiciera cargo de ellos. Entre ellos se encontraba una recién nacida. Al parecer sus padres fueron "levantados".
La guerra contra el narco se vuelve cada vez más costosa para la sociedad. El "daño colateral" -un eufemismo para referirse a los muertos, heridos y huérfanos que no tienen nada que ver con el narco- se acumula de forma alarmante.
La verdad oficial se presenta con estadísticas escogidas para simular una mejoría. "Respecto a los homicidios que hay en el país en ese sentido -expresó con su habitual elocuencia el secretario de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, en una comparecencia ante legisladores el 31 de enero- se destaca que hay una disminución de dos puntos respecto del registro que teníamos en el 99 versus 2010... Hay un descenso importante, de casi la mitad, 46 por ciento, que tenía el país en la parte de homicidio, en Ciudad Juárez."
No sé si tenga mucho caso comparar el México de 2010 con el de 1999. Lo que sí sé es que la información disponible sugiere que ha habido un incremento importante en el número de homicidios dolosos y en el de ejecuciones presuntamente relacionadas con el crimen organizado desde 2006, último año del gobierno de Vicente Fox.
Las cifras oficiales, basadas en averiguaciones previas, señalan que en 1999 hubo 14,619 homicidios dolosos en el país (véase la página del ICESI). Esto se traduce en 15 por cada 100 mil habitantes, que es la forma en que esta información se presenta usualmente en estadísticas. Si bien hay una disminución gradual hasta 2007, cuando se alcanzan 10 homicidios dolosos por 100 mil habitantes, en 2009 la cifra sube a 16,117, lo cual vuelve a colocar la tasa en 15 por cada 100 mil habitantes. Para 2010 no hay todavía datos oficiales, pero el ICESI calcula que se registraron 20 homicidios por cada 100 mil habitantes. Ésta sería la mayor cifra jamás registrada.
El Grupo Reforma ofrece sus propias estadísticas de ejecuciones en una tabla que llama Ejecutómetro y que, curiosamente, en los últimos tiempos ha ofrecido cifras menores a las de la autoridad. Según este registro, el número de homicidios vinculados al crimen organizado en 2010 fue de 11,583, 446 por ciento más que en 2006, el último año del gobierno anterior. En los 28 primeros días del 2011 la cifra asciende a 920. De continuar esta tendencia el total de 2011 también rebasaría las 11 mil víctimas.
En cuanto a Ciudad Juárez, no sé qué fechas esté considerando el secretario García Luna para hablar de que ha habido un descenso de 46 por ciento en los homicidios. Siempre es posible tomar una semana con un alto número de homicidios y compararla con una más baja para mostrar un descenso. Lo que sí sé es que, con información del Diario de Juárez y de la Fiscalía General de Chihuahua, en 2010 se registró un récord de 3,111 homicidios dolosos, que se traducen en 239 por cada 100 mil habitantes. Con este récord Juárez ha rebasado a Caracas como la ciudad más violenta del mundo.
Entiendo la necesidad del Gobierno Federal de presentar la mejor cara posible en esta avalancha de violencia. Pero ante la verdad, y ante el creciente daño colateral, no hay buena cara que valga.
Una verdadera batalla se desató ayer por la plaza de Tahrir en El Cairo entre opositores y simpatizantes del presidente egipcio Hosni Mubarak. Los combatientes se liaron a golpes y con piedras, palos y bombas Molotov. En buena medida el Ejército se abstuvo de intervenir. Parecería ser sólo cuestión de tiempo para que las piedras sean remplazadas por balas.