"Como las ficciones fueron prohibidas, tomaron su desquite."
Mario Vargas Llosa
UENOS AIRES, ARGENTINA.- Tras escuchar el recuento del político argentino Ricardo López Murphy sobre las decisiones políticas que han empobrecido una y otra vez a la Argentina a pesar de sus riquezas, el escritor peruano Mario Vargas Llosa comentó en la reunión regional de la Mont Pelerin Society, que parecían una ficción. Recordó que la Inquisición consideró en tiempos de la colonia que "la ficción era un género peligroso" y por eso prohibió no una obra determinada sino todo el género, todas las novelas. "Como las ficciones fueron prohibidas, tomaron su desquite". Hay en América Latina en consecuencia una "imposibilidad de nuestras políticas de saber qué es real y posible y qué es irreal e imposible".
"Una consecuencia positiva es que aquí no nos aburrimos". Cuando Vargas Llosa preguntó al primer ministro de Suecia las razones por las que ese país tiene un nivel de vida tan adelantado, la respuesta fue: "En toda nuestra historia no hemos tenido un golpe de Estado o una revolución. Pero eso ha tenido un enorme precio: el aburrimiento".
En América Latina hemos tenido avances. En los tiempos en que Vargas Llosa era joven, la región era "el paraíso de las dictaduras". Hoy en día son unas cuantas las dictaduras en Latinoamérica, como Cuba o Venezuela, pero ninguna inspira "un ideal modélico", ninguna se percibe ya como un ejemplo a seguir para la mayoría de los latinoamericanos. En cambio tenemos por primera vez "gobiernos de izquierda y de derecha democráticos". Antes, "la izquierda pensaba solamente en la revolución... y la derecha en los militares, en el mercado... Cada vez es mayor el número de países que creen en la democracia y el mercado como instrumentos para alcanzar el desarrollo".
"Uruguay es un ejemplo que me hace recordar el aburrimiento sueco. Los Tupamaros están en el poder. Pero nadie piensa que la democracia está en peligro". Ni nadie piensa en llevar a cabo expropiaciones o cambios al sistema de mercado. Lo mismo ocurre en El Salvador.
Vargas Llosa no pudo dejar de hablar del Perú, país que en los últimos 10 años ha gozado de "una bonanza extraordinaria", "La pobreza se ha reducido de 50 a 30 por ciento". Los tres principales candidatos presidenciales del modelo, sin embargo, se dedicaron a destrozarse unos a otros y abrieron la puerta a los dos extremos: esa es "la ceguera, la pequeñez y la visión de corto plazo que han llevado al país al borde del abismo". En esto hay una advertencia. "El hecho de que un país avance no garantiza el consenso, no crea solidaridad hacia el sistema, sino todo lo contrario", entre aquellos que no gozan o no perciben los beneficios.
"Quien no vota en una elección, vota por el que va a ganar", dice Vargas Llosa. Recordando a Jean-Paul Sartre señala: "Siempre hay un mal menor." "Para mí el mal mayor es el retorno de la dictadura de Alberto Fujimori, una dictadura sangrienta, con un sistema de apropiación de recursos públicos... Crímenes, torturas, desapariciones extrajudiciales". Por eso apunta: "Sin alegría, con muchos temores, yo voy a votar por [Ollanta] Humala, con la esperanza de que lo que dice sea verdad, que su modelo actual es Lula y no Chávez". Si Humala no cumple su promesa, "habrá que enfrentarnos al riesgo de una dictadura, como nos hemos enfrentado a la dictadura de Fujimori".
No ha llegado todavía, al parecer, el momento de que en Latinoamérica podamos gozar del aburrimiento como los suecos. Tendremos que seguir siendo un pueblo que recurre a la ficción para tratar de entender a los políticos que destruyen la potencialidad de sus países.
PROHIBIR AL ESCRITOR
Un grupo de intelectuales cercano al gobierno de Cristina Fernández trató de que se prohibiera, por sus ideas políticas, la presencia de Mario Vargas Llosa en la Feria del Libro de Buenos Aires que se inauguró ayer. La petición no tuvo éxito pero la presidenta canceló su asistencia a la feria.
