Fuga frustrada. El sábado 2 de julio se registró un intento de fuga ingenioso, Juan Ramírez Tijerina, interno del Centro de Readaptación Social de Chetumal trató de escaparse escondido dentro de una maleta, pero el peso y lo voluptuoso de la misma lo delató.
Las fugas espectaculares o cuando menos intentos increíbles de evasión, se han registrado a lo largo de los últimos años en algunos penales mexicanos. Personajes del mundo del hampa han protagonizado escapes que han puesto en jaque al Sistema Penitenciario nacional.
Algunos de estos delincuentes han logrado salir de prisión no con recursos legales, sino gracias a la corrupción que impera en los centros carcelarios, a la ayuda de autoridades al servicio del organizado o por acciones de fuerza. Vestidos de mujeres, en el interior de maletas, construyendo túneles, en contenedores de basura, ayudados por comandos y hasta en helicópteros; a los reos les basta con el ingenio y los recursos para burlar la seguridad carcelaria.
Quizá la evasión más espectacular registrada en una prisión mexicana fue la fuga del estadounidense David Kaplan, quien logró escapar del penal varonil de Santa Martha Acatitla, en 1971, a bordo de un helicóptero que aterrizó en uno de los patios del reclusorio.
Hubo versiones tan inverosímiles que afirmaban que se trataba de un ovni que llegaba al centro penitenciario, o de un aparato en el que llegaría el propio Presidente de la República.
Lo cierto es que en el helicóptero estaba un cómplice de Kaplan, quien purgaba una sentencia de 28 años de cárcel por homicidio. Kaplan huyó junto a Carlos Contreras, el 18 de agosto de 1971, de la penitenciaría del DF, en Iztapalapa, a bordo de un helicóptero de color azul que descendió en el patio del dormitorio uno, ante la mirada atónita de reclusos y celadores.
Nadie hizo la señal de disparar contra la nave que a una mínima altura lanzó una escalera a la que treparon Kaplan y su cómplice, quienes lograron introducirse a la cabina.
Más recientemente, el 19 de enero de 2001, la evasión de Joaquín "El Chapo" Guzmán, quien logró salir del penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco. No hubo un solo disparo y de su fuga se dio cuenta horas después.
Se dijo que se evadió oculto en un contendor de ropa sucia que fue colocado sobre un camión que partió hacia el occidente del país. Otra versión es que salió caminando y por la puerta central. Como estos casos otros han robado la atención en los medios nacionales y extranjeros, y han reavivado la imaginación de escritores y periodistas.
INTENTO FRUSTRADO Apenas el pasado sábado 2 de julio, Juan Ramírez Tijerina, interno del Centro de Readaptación Social de Chetumal, Quintana Roo, trató de escaparse escondido en una maleta de viaje, donde se encontraba prácticamente enroscado y semidesnudo.
Sin embargo, lo voluptuoso y el peso de la valija delataron a la esposa del reo, quien llevaba apenas la maleta. Al efectuarle una revisión, el interno fue descubierto en posición fetal.
EL ENEMIGO PÚBLICO NÚMERO UNO Alfredo Ríos Galeana, conocido por las autoridades como "el enemigo público número uno", fue otro de los reos que pusieron en jaque al Sistema Penitenciario, pues se escapó en tres ocasiones de distintas cárceles del país.
Se le acusaba de robo, asociación delictuosa, portación ilegal y acopio de armas de fuego, daños en propiedad ajena, homicidio, falsificación, evasión de reos y ataques sexuales.
Ríos Galeana se fugó de una cárcel de Hidalgo en 1983 y del penal varonil de Santa Martha Acatitla, en la ciudad de México, en 1984.
En 1985 fue capturado nuevamente e ingresado al Reclusorio Sur, uno de los penales qe tiene varias historias de evasiones. En este penal, Ríos Galeana se encontraba en audiencia cuando 10 de sus cómplices arribaron al área de rejillas de prácticas y lanzaron granadas haciendo un boquete por el que escapó el delincuente. La fuga se registró el 22 de noviembre de 1986.
ESCAPES Otros casos de evasiones ingeniosas las protagonizaron Alfredo Cervantes Ramírez y Guillermo Mendoza Ramírez. El primero de ellos, conocido como "El Fugas", logró escapar en 1998 del Reclusorio Sur en el interior de una maleta; mientras que el segundo, acusado de secuestro, se vistió de mujer el 8 de diciembre de 2001 para evadirse del Reclusorio Oriente.
Años antes, en 1975, el narcotraficante Alberto Sicilia Falcón se fugó de la cárcel de Lecumberri después de cavar un túnel. El secuestrador Andrés Calettri también se escapó en tres ocasiones, una de ellas del Reclusorio Sur, de donde también se fugaron Modesto Vivas Urzúa y 10 internos más en 1995, y en septiembre de 1996 nueve internos salieron por la puerta de acceso de este mismo penal.
