Muy altruista. Karin Ontiveros, representante de México, convivió con niños de escasos recursos.
Las aspirantes a Miss Universo 2011, que estos días se encuentran en Sao Paulo, donde el próximo día 12 tiene lugar el certamen, se empaparon ayer de fe, entregaron regalos e intercambiaron sonrisas emocionadas con los beneficiarios de la acción social del movimiento misionero Aliança de Misericordia.
Enclavado en una colina en el extrarradio de la megalópolis brasileña, el centro de formación de la comunidad religiosa acogió a las reinas de belleza de todo el globo para compartir el contenido de sus actividades filantrópicas en favor de indigentes y poblaciones de alto riesgo de exclusión social.
Las chicas participaron de los cantos y escucharon las palabras de presentación de los sacerdotes Antonello Cadeddu y Enrique Porcu, fundadores de la misión dedicada a la evangelización y presente en 36 ciudades de Brasil, así como también en Bélgica, Italia y Portugal.
"De Miss pueden pasar a misioneras. Esperamos que se les contagie el virus de la misericordia", dijo Porcu, desde el altar de una capilla escalonada al aire libre.
Los sacerdotes, quienes instaron a las bellezas a extender mensajes de amor en sus países de origen, arrancaron con sus palabras las lágrimas de más de una de las candidatas.
Karin Ontiveros, representante de México, demostró que tiene carisma con los pequeños, pues estuvo bromeando con varios de ellos y se divirtió tomándoles fotos y jugando.