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LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA

La palabra con más sinónimos

JUAN RECAREDO

La forma más común de llamarla es una palabra de cuatro letras, pero por respeto no puedo ponerla aquí. Con decirle que es el oficio más antiguo del mundo, usted puede saber a qué o a quién me estoy refiriendo… bueno, pues ésa es una de las palabras que más sinónimos tiene en el idioma español. Tal vez hasta podría decir que es “la que tiene más sinónimos”, pero no tengo manera de corroborarlo.

Es una prostituta, la mujer que hace comercio carnal con su cuerpo, o sea la que vende caricias, que está dispuesta a entrarle a los juegos sexuales siempre y cuando le den dinero a cambio. Últimamente se le ha tratado de dignificar un poco llamándole sexo servidora, pero la verdad es que tiene más de cien nombres y todos son altamente despectivos.

Hasta los mismos hombres “que pagan por pecar”, desprecian profundamente a la que “peca por la paga” y dicen que es “una cualquiera” o “una mujerzuela”, sin tomar en cuenta que la terminación “uela” se refiere a algo pequeño y no tiene que ser despectivo como la usan ellos y ellas.

Ahora se les ha tratado de dignificar el nombre diciéndoles sexo servidoras pero ese es un nombre oficial, es un nombre para los periódicos, pero en lenguaje coloquial se les llama pirujas aun cuando el diccionario dice que una piruja es aquella que no cumple sus deberes religiosos y el hecho de que sea una “cualquiera” no implica que una fémina vaya a misa y acate con toda fidelidad los preceptos de la “Santa Madre Iglesia”.

En algunos lugares a estas fulanas se les llama ramera porque en cierto tiempo, en lugar de foco rojo como se acostumbra ahora, ponían un ramo de flores en la puerta de su casa o de su lugar de trabajo para que todos supieran que ahí podían refocilarse con ella los que estuvieran dispuestos a desprenderse de “una lana”.

Furcia, meretriz, cortesana y mujer de la mala vida, son algunos otros apodos que se les impone a estas mujeres y uno se queda pensando ¿de la mala vida? Pues la verdad es que hay algunas que se dan “muy buena vida”. También se les dice hetairas, calienta camas y zorras, esto último porque la característica más identificativa de la hembra del zorro es la de ser astuta y ladina, adjetivos que también pueden aplicarse al apodo de “pécoras”, que viene de pecus que en latín se refiere a una res.

Por “culpa de” Mesalina, esposa de Claudio, emperador romano, también se les conoce con ese nombre considerando que son como la Mesalina original, una mujer poderosa de costumbres disolutas, sobre todo de costumbres disolutas.

Suripanta, mujer ruin y despreciable, barragana, la que vive con un hombre sin estar casada con él, coima, despectivo de camarera, pelandusca, trota calles, buscona, mujer pública, perdida, tacón dorado, mantenida, lagartona y muchos más son nombres que se les adjudican a estas mujeres “de la vida fácil” que la verdad a veces la tienen muy difícil

Escríbale a Don Juan Recaredo: La dirección de su correo electrónico es donjuanrecaredo@gmail.com

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PREGUNTA DEL PÚBLICO:

Zoila Munguía: ¿Por qué se les llama detergentes a algunos jabones?

RESPUESTA:

Detergente es participio activo del verbo deterger. Detergente es el que deterge. En nuestro idioma deterger es limpiar algo sin corroerlo.

Me retiro con esta reflexión: La libertad no es simplemente un privilegio que se otorga, es un hábito que ha de adquirirse ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA

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