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LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA

El engañador concepto del poder

JUAN RECAREDO

Dicen que en México es difícil ser presidente, pero es aún más difícil ser ex presidente… Y es que el poder transforma a las personas, eso que ni qué. Si no me lo quiere creer, póngale un quepí y una insignia a un sujeto casi analfabeto y verá que automáticamente se convierte en el símbolo de la prepotencia y la intransigencia “porque pos pareso soy aquí la autoridá…”

Vea usted la diferencia entre los políticos que entran y los que salen… Observe su gesto, su expresión y sus reacciones cuando están en el pináculo del poder y la expresión que tienen cuando ya van de bajada. Parece ser parte de su naturaleza el que, cuando están en el poder se olviden de que mientras más alto vuelen, más fuerte y doloroso será el “costalazo” que se dan al caer.

Pero yo de lo que quería hablar es del concepto del poder y voy a ver si puedo hacerlo. Un poder puede ser una carta. Una carta poder que es una autorización para poder ejercer determinados derechos a nombre de otro. Hay parejas que se casan “por poder” y luego se divorcian “por no poder”.

El que tiene el poder es el que puede, aquel para el que todo es posible. El poder es potencia. Entonces el no poder es lo contrario… ¿Y dices que en la noche de bodas tu marido estaba imponente? No, -contesta la recién casada- dije ¡impotente! O sea, que la pobre se fue invicta.

Hay cosas que se pueden y otras que no ofrecen ni la más remota posibilidad… Aunque con el poder del canijo dinero, todo se puede. O tal vez no todo, pero casi todo. With the money dancing the dog, como dijera sabiamente mi compadre Lalo “El Piporro”. Por eso se dice que el que tiene el dinero tiene el poder. El que tiene el dinero es un potentado porque el poder del dinero lo hace poderoso.

El problema viene cuando el que tiene el poder, además de potente, se vuelve pre potente, como se le llama al que abusa de ese poder.

Poderes son también son las unidades con las que se mide la capacidad de un aparato como el telescopio que sirve para poder ver lo que a simple vista no se puede: Al hablar de su capacidad se dice que es un telescopio de tantos poderes.

Ése tipo sí las puede, exclamamos con envidiosa admiración cuando vemos a alguien que “nos saca un pié adelante”. ¿Por qué “las…”?¿Qué está haciendo ese artículo las en funciones de pronombre metido ahí, en medio de la oración? ¿A quien se refiere? Pues a nadie en particular pero así se dice.

Puede como expresión también puede ser impersonal y abrir posibilidades sin dar seguridades. ¿Verdad viejito que me vas a comprar un vestido? ¡Puede…! ¿Y verdad que me vas a llevar a pasear? ¡Puede…! Y así se la va llevando el cínico sujeto sin comprometerse a nada con la sufrida señora que no es que ya no tenga qué ponerse, ¡ya no tiene qué quitarse!

Consultorio verbal ricardoespinosa@comodijo.net Monterrey, N.L. www.comodijo.net

PREGUNTA DEL PÚBLICO:

Lilia Manzur de Guadalajara nos pregunta: “Hace un mes me operaron del apéndice, ¿Es correcto decirlo así o debo decir de la apéndice?”

RESPUESTA:

El apéndice es un sustantivo masculino. Lo que pasa es que, como empieza con “a”, a veces juntamos esa “a” con la l de la palabra que le antecede y al decir “me operaron del-apéndice…” parece que decimos “me operaron de-la-apéndice”, pero no debe ser. No debe uno andar por ahí cambiando el género a las cosas.

Frase pseudo religiosa que dicen que dijo mi compadre Abraham Lincoln: “De veras que Dios debe querer mucho a los pobres… ¡Hizo tantos!” LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA

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