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LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA

Lo integral es algo entero

JUAN RECAREDO

El mexicano es muy dado a divertirse con su propia desgracia. ¡Queremos que regrese…! Dice la gente refiriéndose a un político que salió de su puesto con la cola entre las patas, dicho sea esto en sentido figurado.

¡Que regrese fulano, que regrese fulano! ¡Queremos que regrese lo que se llevó! Ingenioso el dicharacho, pero gramaticalmente inaceptable… ¿Por qué? Pues porque el verbo está aplicado inadecuadamente.

Regresar es volver a un punto en el que ya se estuvo antes, pero en ningún caso es sinónimo de devolver, cómo se está usando en el caso del político. Ojalá devolviera algo, pero no creo. Cuando una palabra, un extranjerismo por ejemplo, es aceptado ¿diría usted que se integra a nuestro vocabulario? ¿Se integra? ¡Perdóneme pero anda usted chispeando fuera de la olla! El verbo integrar significa hacerse entero, completarse.

En este caso se puede decir que se incorpora la palabra. Éstos son errores de semántica, porque la semántica es el estudio del significado de las palabras y en el caso que nos ocupa, se les está adjudicando a las palabras un significado que no tienen.

¿Quiere otros ejemplos? Voy con mi hacha:

Este tipo me enerva, exclamó queriendo decir que el sujeto aquel me pone nervioso, que me hace sentirme inquieto o molesto. Luego me doy cuenta que el verbo enervar significa debilitarse, perder fuerza o embotarse.

Otro más que se usa equivocadamente con demasiada frecuencia es el verbo evacuar. Cuando hay peligro en un lugar éste se evacua, no se evacúúúa. Pero además del error de acentuación, hay otro de concepto: se evacua significa que se hace salir a todos los ocupantes para llevarlos a un lugar seguro. Entonces –hay que señalarlo muy claramente-, el que se evacua es el lugar y no los ocupantes, porque es el lugar el que queda vacío después de la evacuación. Ahora, que, si en el proceso de salir, los ocupantes tienen una evacuación, será de otro tipo. Será un acto muy personal y además muy comprensible. El sustito no debe haber sido para menos.

Eso me recuerda a una amiga mía que en un restaurante, se fue siguiendo esos letreros que señalan “ruta de evacuación” y cuando le preguntaron ¿a dónde va, señora? replicó ingenuamente: ¡Ah, ¿qué no es el camino para ir al baño?!

Son gajes del oficio, decimos con frecuencia, sin saber ni tener la más mínima idea de lo que son los gajes. Ciertamente suena como a gajos y hasta hay quien dice: Pues como dijo la naranja, son gajes del oficio. Pero ¿qué son gajes?, dígalo ya de una vez, exclama una señora histérica, al borde de un ataque de gastritis.

Gajes son emolumentos. ¿Emolu… qué?

Emolumentos, es decir, son sueldos, pagos por determinado trabajo. Ése es el significado original de la palabra, pero tiene una segunda acepción que es algo así como retos. Son retos del oficio. Eso ya suena más lógico, más concordante con lo que nosotros creíamos. Nosotros pensábamos que eran riesgos del oficio.

Escríbale a Don Juan Recaredo: La dirección de su correo electrónico es donjuanrecaredo@gmail.com

PREGUNTA DEL PÚBLICO:

Sé lo que quiere decir la palabra insumos pero no encuentro una forma clara de definirla-, me comenta con un poco de angustia Sergio Esparza, de Guanajuato.

RESPUESTA:

Son los bienes que se emplean en la producción de otros bienes. Es lo que llamamos también materias primas. No era tan difícil ¿verdad?

DEFINICIÓN PARA TERMINAR: Junior: hijo de rico que por lo general también es un hijo de… otra cosa. ¿Cómo dijo? ¡LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA!

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