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LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA

Un menudito para la resaca

JUAN RECAREDO

Si alguien me dispara la pregunta ¿qué es lo crudo? lo primero que se me ocurre contestar es “lo que no está cocido…” y así es. Crudo es lo que no está cocinado, lo que está aún sin procesar y así, no es apto para su consumo.

En las páginas de negocios, el crudo es el petróleo porque se negocia con él antes de ser procesado y aparece en esas páginas periodísticas porque ya ve usted que el petróleo siempre actúa como regulador de la economía nacional.

Pero el crudo que se siente con mayor crudeza es el tipo que anoche andaba muy feliz, llenando su organismo con bebidas espirituosas y hoy sufre las fatales consecuencias de sus excesos. Y a éste ¿por qué le decimos que está crudo? Bueno, tal vez porque la cruda es cruel y crudo y cruel, de acuerdo con sus raíces, son casi la misma palabra

Lo crudo o cruel es lo despiadado… Se siente la boca seca, duele espantosamente la cabeza… bueno, para qué se lo describo si a lo mejor (o a lo peor) usted ya lo ha vivido alguna vez. El hecho es que amanece uno tan sensible que no quiere ni tomarse un alka seltzer por el “ruidazo” que hace en el momento de la efervescencia.

Además, aparte del medicamento, hay otras formas más o menos agradables de atacar la cruda, y en casi todas abunda lo refrescante y lo picoso o por lo menos lo muy condimentado: hay quienes se sienten muy internacionales y se toman algunos bloody marys. Usted tal vez se despache unos chilaquiles muy picosos o simplemente, hace como los que procuran terminar esa noche de copas, esa noche loca, echándose entre pecho y espalda un menudo, un grasoso, calientito y humeante menudo, con doble ración de orégano y cebolla.

¿Qué es el menudo y por qué se llama así? La palabra menudo significa pequeño. Si usted rebasa los sesenta recordará aquella “Menudita” que cantaban los abuelos refiriéndose a una muchacha chiquita y chaparrita. En España el menudo es la feria, la morralla, la moneda pequeña o de poco valor… Nosotros le llamamos a este caldo menudo porque está hecho básicamente con panza de res cortada en pedacitos, en trozos menudos aunque ahora hay de sobra también quien le mete la pata, literalmente.

Lo que hace bueno al menudo para atacar la cruda es lo grasoso y condimentado. Tanto que el sonorense Don Francisco L. Bernal, seguramente después de sobrevivir a una cruda, al sentirse tan bien, se puso a escribir y le hizo un soneto al menudo que dice:

Oh menudo sabroso, te saludo en esta alegre y refrescante aurora en que pido alimentos, pues es hora en que tú estás cocido y yo estoy crudo. Manjar tan delicioso jamás pudo colocar en su mesa una señora, con más razón si es dama de Sonora, la tierra favorita del menudo. Por eso te distingo y te respeto. Por eso te dedico este soneto de tu grato sabor en alabanza. Canten mis versos, frescos y elocuentes en honor de tus cinco componentes caldo, pata, maíz, tripas y panza.

PREGUNTA DEL PÚBLICO:

¿Decir “lapso de tiempo” es como decir “súbete para arriba”? Carla Domínguez, México D.F.

RESPUESTA:

Sí. El pleonasmo o redundancia se comete cuando dices palabras innecesarias. Si subir es ir hacia arriba, ya no debes decir hacia donde te vas a subir. Lapso siempre se refiere a tiempo. Por eso decir “lapso de tiempo” es un pleonasmo.

Para terminar, una demoledora opinión de Groucho Marx. “Para mí, la televisión es muy educativa. Cada vez que alguien la enciende me voy a otro cuarto a leer” ¿Cómo dijo? ¡LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA!

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