Después de pregonar con insistencia que “no hay fecha que no se cumpla…”, nos pusimos a reflexionar y encontramos que sí: el 30 de febrero no se ha cumplido nunca y hasta hoy es fecha que no se cumple… ni se cumplirá, como dijo Don Teofilito.
Dejando fuera esas divagaciones tenemos que reconocer que lo que indica el dicho ese del título, es que el tiempo avanza inexorable. ¿Y qué quiere decir inexorable?
Lo inexorable es algo que sigue adelante aunque te hinques, le pidas y le ruegues que no lo haga. Lo inexorable no escucha ruegos. Haga usted de cuenta los de la Comisión Federal de Electricidad que le van a cortar la luz porque no pagó el recibo. Por más que les ruegue no los va a convencer. Es como aquel juego que practicábamos cuando niños, el de “voy derecho y no me quito”.
Pero sigamos con el tema de la fecha… ¿Qué es la fecha y por qué se llama así? La fecha indica el tiempo en que se hace algo.
La palabra fecha viene del latín facere que significa hacer. Lo que se hace es un hecho y recuerde o sepa usted que en muchas palabras, la f del español antiguo, se cambió por una h. Lo que es ahora una hoja, antes era una foja y lo hecho antes era un fecho.
Si lo fecho, era por ejemplo, una carta, entonces no era fecho, era fecha, como en el caso de una carta porque es un nombre femenino. Por eso al empezar la carta se pondría: Esta carta ha sido hecha (o fecha) en la ciudad de Monterrey el día 6 de tantos y tantos de mil novecientos tantos.
Después, al simplificar esa anotación, ya no habría necesidad de hacer la referencia a la carta y quedaría: Hecha (o fecha) en el día tal… Hasta que con el tiempo, se fue identificando el adjetivo hecha o fecha con los demás datos de la carta.
Al escribir un mensaje o cualquier otro tipo de comunicación ¿qué es lo primero que escribimos? Pues la fecha, que es la que nos ubica con respecto al día en que fue hecho ese mensaje: En esta fecha le suplicamos que pase de inmediato a liquidar el adeudo que tiene en su tarjeta de crédito, de lo contrario, a partir de tal fecha, procederemos jurídicamente… o si no ha pagado para tal fecha el recibo, le cortamos la luz…¡Ay Dios mío… a temblar!
De fecha se deriva fechoría. Fechoría es algo que se hace, pero ahí se refiere específicamente a algo malo. Como dice el Piporro en el Corrido de Rosita Alvirez: ¿Pos que hicites Hipólito? ¡La maté, la maté…! Ésa es una fechoría, un crimen, una mala acción. La fechoría es el hecho y el que lo realiza es el fechor… y conste que esa palabra fechor viene así en el diccionario.
Fechor es el que hace algo, es como el factor.. el que hace o produce o provoca alguna cosa…Y la forma de hacerlo es la hechura o sea, si lo decimos con la f diríamos que es la factura: un documento en el que se hace constar que se hizo o se produjo alguna cosa.
PREGUNTA DEL PÚBLICO:
¿Cómo se conjuga el verbo invernar? ¿El oso invierna o inverna? pregunta Rodrigo Alcocer de Guadalajara.
RESPUESTA:
Pues aunque le suene tal vez un poco raro lo correcto es el oso invierna. Aclaro que invernar es simplemente pasar el invierno y eso lo hace el oso como cualquier otro ser viviente. Lo que caracteriza específicamente a ciertos mamíferos como el oso es que hibernan, que es pasar el invierno en una especie de sueño donde se disminuyen los procesos vitales para ahorrar energía.
Como final final tenemos una reflexión reflexión: Yo sé que el hombre es un animal de costumbres, pero es que no me puedo acostumbrar a ser una animal. ¿Cómo dijo? ¡LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA!