Pyr es una raíz de origen griego que significa fuego. De ahí surge la palabra pirotecnia y ahora podemos explicarnos por qué se llaman así los juegos pirotécnicos. La piro-tecnia es el arte de jugar con fuego y no quemarse, pero no metafóricamente como dicen en las telenovelas… (No seas pérfida Gabriela, estás jugando con fuego y tarde o temprano te vas a quemar) sino en un sentido literal.
Pirotecnia es la que se practica para hacer esas exhibiciones a base de pólvora que sirven para provocar mucho escándalo al clausurar una celebración, para llenar el cielo con luces multicolores y para quemar a dos o tres despistados a quienes les cae un fragmento aún en estado de incandescencia.
Ésos son los llamados juegos pirotécnicos a los que es mejor no llamar fuegos… porque la expresión puede ser calificada como redundante ya que siendo pirotécnicos sólo pueden ser de fuego.
Por la misma razón, a un tipo loco que le da por andar quemándolo todo le llamamos piromaniaco, lo cual quiere decir que tiene la manía del fuego, entendiendo por manía lo que es una obsesión constante y recurrente. Debo aclarar que al político que se la pasa “quemando” a otros políticos, no se le llama piromaniaco porque esta clase de quemada, aunque se use con mucha frecuencia, no deja de ser una expresión en sentido figurado.
Una señora de muy buenas y redondeadas carnes se quejaba de que al ir por la calle caminando nunca faltaba un pelado indecente que le gritara ¡mamacita! aunque cuando iba manejando por cualquier cosita le gritaban ¡vieja babosa!…
Bueno pues el primer grito, el de ¡mamacita! es un piropo, expresión de admiración hacia una persona, que se hace públicamente (la expresión, no la persona). Un español tal vez diría: ¡Señora, tié usté los ojos ma´grande que lo pié…”! Cito aquí el piropo porque en sus orígenes esa misma palabra se refiere a una piedra preciosa, roja como el granate o el rubí.
Por su color rojo intenso esta piedra –el piropo- parece que arroja fuego porque brilla y reluce y hasta parece querer desafiar el refrán ese que dice que no todo lo que brilla es oro porque reluce y además es valiosa.
Las raíces de la palabra piropo son pyr=fuego y ops=ojo o sea que la piedra se describe como un ojo de fuego o como un ojo que lanza miradas de fuego. Cuando nosotros vemos a la señora aquella caminando, luciendo sus carnes en movimiento continuo , la vemos con ojos de fuego y entonces es cuando le disparamos una frase tan respuetuosa como ¡Mamazota, tú con esas curvas y yo son frenos!
Así que si usted tenía esa duda royéndole las entrañas, -la de no saber cuál es el origen de la palabra piropo- ahora ya podrá comer, dormir y desempeñar sus funciones fisiológicas con toda normalidad.
PREGUNTA DEL PÚBLICO:
¿Por qué decimos “tengo mucha hambre”, si el hambre tiene género masculino. La misma pregunta se aplicaría para el azúcar ¿es azúcar blanca o blanco? me pregunta, entre otras cosas Ma. Antonieta Negrete de Salamanca Gto.
RESPUESTA:
El hambre es nombre femenino. Es el mismo caso de el águila y el agua. Son sustantivos femeninos pero les ponemos artículo masculino porque se oye feo decir la agua o la águila. Sin embargo en plural no decimos los aguas o los águilas, sino que volvemos al original femenino. Lo correcto es decir “tengo mucha hambre”. El caso del azúcar es diferente porque se puede usar en cualquiera de los dos géneros: puede decirse indistintamente “el azúcar blanco” o “la azúcar blanca” y nadie se va a enojar por eso.
Frase semi filosófica para terminar: La Psiquiatría es el único negocio en el que el cliente NO tiene la razón… ¿Cómo dijo? ¡LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA!