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LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA

¡Ay cuánto me gusta el gusto!

JUAN RECAREDO

¡Ay, cuánto me gusta el gusto y al gusto le gusto yo y al que no le guste el gusto tampoco le gusto yo…!

¿Qué es el gusto? Pues mucho gusto es lo que tengo o digo tener cuando me presentan a una persona porque se supone que no la conozco y que en ese momento la estoy conociendo. El “mucho gusto” es puro formulismo porque luego puede resultar que aquella persona “me caiga mal”, que me caiga precisamente “en la mera punta del caracol del ombligo”.

“Darse un gusto” es hacer algo que pocas veces tiene uno oportunidad de hacer, siempre que sea algo gozoso y divertido. Pero ¿cuál es la diferencia entre gusto y placer? Pues como dijo el destazador de Londres, vamos por partes.

Placer es toda sensación agradable, sea física o del alma. Existen los placeres del mundo, los placeres de la imaginación, de la mesa, del amor y existen también los placeres lúbricos, aclarando que lo lúbrico originalmente es lo resbaladizo como sucede por ejemplo con los lubricantes, pero en sentido figurado se aplica a la lujuria, porque en las actividades sexuales, las cosas se vuelven muy resbaladizas. Eso es lo lúbrico, pero ¿lo satisfactorio?

Satisfacción es una canción de los Rolling Stones que dice que ese concepto es la cosa más difícil de alcanzar y también dicen de esa “rola” que es la mejor pieza de rock de todos los tiempos.

La palabra satisfacción tiene sus raíces en el latín satis facere que significa hacer bastante. Y es que la satisfacción llega cuando sentimos que ya hicimos bastante de lo que decíamos hacer y ya podemos estar tranquilos. Por eso, precisamente quiero decirle que no debemos usar la palabra bastante como sinónimo de abundante o de mucho.

Bastante es lo suficiente, lo que basta. Erróneamente decimos “ese señor es bastante rico” queriendo decir que tiene mucho dinero. Pero si con 3 pesos le alcanza para vivir y está contento –suponiendo que eso fuera posible-, entonces el señor tiene bastante dinero porque los 3 pesos le bastan para lo que él quiere.

O sea que el dinero puede ser bastante si es suficiente para satisfacer determinadas necesidades. Ahora vamos con el gusto.

Gusto –la palabra- viene de guttur que es la garganta en latín. Por eso fíjese que cuando hacemos sonidos con la garganta se dice que son sonidos guturales. Bueno, pero ¿qué relación tiene la garganta con el gusto? Pues es que se creía que la garganta era la que nos daba la sensación de los sabores.

Estamos hablando del sentido del gusto que ya se extendió a ser en general un placer físico. Porque está también el gozo. Gozo viene de gaudium que es eso mismo: gozo, regocijo o regodeo.

Otros sinónimos son regodeo o alegría. Alegría algunos dicen que procede del hebreo ¡Aleluya! Pero eso es falso de toda falsedad. Alegre viene del latín alacrem que es vival ágil, bien dispuesto, feliz que es lo que yo le deseo para los próximos mil años… Así quedamos.

PREGUNTA DEL PÚBLICO:

Muchos dicen “pero sin embargo”, otros refieren “mas sin embargo” y otros son más reiterativos y se avientan “aunque mas sin embargo”. A mí me parece, por más que la RAE lo permita, que no debieran usarse estas expresiones por la connotación “pero” que implican.

RESPUESTA:

Las tres frases que usted cita son erróneas y la Real Academia Española NO las acepta como buenas..

Frase dizque ingeniosa para terminar: Asesinaron a un sepulturero y nunca se supo quién era el culpable… Le echaron tierra al asunto. ¿Cómo dijo? ¡LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA!

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