¿Por qué las estaciones del año se llaman como se llaman? ¿Quién les puso esos nombres?
Pues por lo pronto el nombre del invierno en latín tardío es hibernum que en sus raíces indica que vamos que volamos hacia la primavera. Aquí me permito señalarle que hibernar e invernar, con h o sin h es casi lo mismo, o más bien dicho tienen el mismo origen.
Hibernar es lo que hacen los osos sin importarles para nada hacer el “ídem” (hacer el oso). Ellos en tiempo de frío, se ponen su pijama, rezan sus oraciones y se acuestan a echarse una siestecita de varios meses porque el frío les cae muy gordo y ponen el despertador para que suene allá por marzo, cuando ya está llegando la primavera.
La primavera es eso: una prima vera… No una prima hija de mi tía que se llame Vera, sino una especie de primer verano o sea que la primavera es el principio de la primavera. A ver, ya nos estamos enredando (nos estamos, dijo la mosca) bueno, yo me estoy enredando y lo estoy llevando conmigo.
Lo que pasa es que, en primer lugar hay qué tomar en cuenta que antiguamente no existía una separación muy exacta de una a otra estación.
Antiguamente se llamaba “ver” a la estación de las flores. Así, ver. Entonces, la prima ver o primum ver era el principio, la primera parte de esa floreada estación. El primer capítulo de la ver.
El final de la ver o vera era el verano, cuando empezaba a calar el calorcito, época que también llamamos el estío. La palabra estío viene del latín aestas que es como se denominaba precisamente a la estación calurosa. El resto de esa estación era el estío estío, el estío propiamente dicho.
La confusión surge porque en realidad los nombres de la primavera y el verano son, de acuerdo con sus raíces etimológicas, prácticamente la misma cosa,
Vea esto: Primavera quiere decir la primera parte del verano. Verano en latín es veranum tempus que significa tiempo primaveral.
O sea que, en los tiempos modernos ha quedado establecido que la primavera es la primavera, la estación del clima agradable, la época en que florean las plantas y empieza tal día y termina tal día, en cada hemisferio.
El verano es la estación en la que hace más calor, empieza tal día y termina tal otro en este hemisferio. Modernamente hay estudios y aparatos tan avanzados que hasta se da la hora exacta en que hace su entrada triunfal cada estación.
Con el nombre del otoño no hay problema porque no se conoce a ciencia cierta su verdadero origen. Lo único que puedo decirle es que la palabra retoño y el verbo retoñar vienen de lo mismo: retoñar en realidad sería re- otoñar, volver a otoñar, aunque en realidad debería decirse re primaverar o re veranear. Pero, en fin…
PREGUNTA DEL PÚBLICO:
Sergio Martínez nos pregunta inquieto: Cuando se trata de una persona del sexo masculino que no sabe leer ni escribir ¿cómo se dice o cómo debe decirse? Es un analfabeto o un analfabeta. He oído versiones en ambos sentidos.
RESPUESTA:
Hay controversia con respecto a esto, lo mismo que pasa con otros adjetivos similares como autodidacta (que aprende algo sin maestro) o políglota (que habla varias lenguas). Según los académicos españoles en personas del sexo masculino en estos tres casos deben usarse los adjetivos correspondientes: analfabeto, autodidacto y polígloto. La verdad es que en Latino América se usa más el adjetivo femenino aún en los hombres.
Reflexión matemática para terminar: El matrimonio es la suma de dos que se unen para multiplicar pero que casi siempre el producto que arroja es una división. ¿Cómo dijo? ¡LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA!