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LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA

A la mayor brevedad posible

JUAN RECAREDO

“Le suplicamos pase a cubrir el monto de su adeudo a la mayor brevedad posible…” Hay expresiones muy usuales en nuestra lengua cotidiana que, si les ponemos la lupa del análisis gramatical, casi se derriten porque son como menciones maternales al idioma. Son agresiones verbales que nos hemos acostumbrado a usar o a escuchar y ya no les vemos lo malo, pero que no por eso dejan de ser aberrantes.

Una de ellas, que usamos con demasiada frecuencia, es esa que le suplica o de plano le ordena, con carácter de irrevocable que “…haga usted esto o aquello, a la mayor brevedad posible”.

Primero hay que señalar que en todo caso sería “…en la mayor brevedad posible” O sea que ahí ya traemos una preposición equivocada. En lugar de en le ponemos a.

Bueno, en realidad no es la preposición la equivocada. Los equivocados somos nosotros al usarla.

Además, la frasecita trae el adjetivo comparativo mayor pegado al sustantivo brevedad y eso es una especie de contradicción. Estamos hablando de que la mayor es la más grande brevedad.

O sea que debo entender que hay varias brevedades y la mayor de ellas, la más grande es la que nació primero. A lo mejor luego hay otra brevedad, la de en medio y una más que es la más pequeña de las tres, una brevedad linda y cortés, la más chiquita que me imagino debe ser la consentida de la familia.

La verdad es que me hago bolas con la explicación y no alcanzo a dilucidar cuál es la mayor brevedad posible. Creo que, cuando se ofrezca diré: en el menor tiempo posible, cuanto antes o alguna otra frase equivalente que no me provoque tantas dudas.

Luego todavía hay muchos que dicen “A la brevedad posible”… ¿Cómo que a la brevedad posible? ¿Alguien podría explicarme qué es eso de “A la brevedad posible”? Ahí sí que de plano, para mí, no tiene sentido.

Y hablando de “mujeres y traiciones” recuerdo otra expresión que en lo particular me parece totalmente absurda: para obviar tiempo. Yo entiendo como obvio lo que se ve o se entiende claramente, pero el verbo obviar no me cuadra.

Sin embargo, en el Diccionario de la Real Academia Española dice que obviar es evitar, rehuir obstáculos… Yo, por sí o por no, mejor digo para abreviar o para acortar el tiempo que es hacerlo más breve, o más corto, como usted guste.

Escríbale a Don Juan Recaredo: La dirección de su correo electrónico es donjuanrecaredo@gmail.com

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PREGUNTA DEL PÚBLICO:

¿Cuántas espaldas tenemos? pregunta Adalia Cervantes, porque en un artículo yo dije que cierto peso “lo cargaba sobre mis espaldas”.

RESPUESTA:

Cierto que cada quien tiene una sola espalda, pero hay determinadas expresiones que se usan en sentido figurado para diversos propósitos, por ejemplo en este caso, para darle más énfasis a lo que estoy diciendo. Es como cuando uno dice que un señor tiene dos mil cabezas de ganado, nadie va a pensar que tiene sólo las cabezas, o cuando dice “le aplaudió todo el teatro” aunque todos sabemos que los teatros no aplauden.

Definición picaresca para terminar: Campo nudista: Lugar en donde hombres y mujeres se reunen a ventilar sus diferencias… ¿Cómo dijo? ¡LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA!

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