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LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA

Karate, buffet y otros extranjerismos

JUAN RECAREDO

La gente que ama nuestro bello idioma y que es más de lo que generalmente se piensa, está alarmada por la invasión de tantos vocablos extranjeros. Es que ya no sé ni en qué idioma hablamos, exclaman con genuina preocupación cada vez que oyen que alguien dice hobby, o lobby, jockey o jingle.

Tienen razón en preocuparse ,pero tampoco vamos a cortarnos las venas ni a poner el grito más allá del cielo. Ese es un fenómeno que viene ocurriendo desde el principio de la humanidad y nada hace parecer como que se vaya a acabar.

Con esas palabras que acabo de citar, y otras como dandy, picnic, etc., nos entra la preocupación porque es muy obvio que son extranjeras, principalmente provenientes del inglés, cosa que no nos sucede cuando oímos tocar el bandoneón, o cuando tomamos clases de karate o si pasamos al buffet.

Y todas esas palabras, bandoneón, karate y buffet son tan extranjeras como brassier y boy scout.

El bandoneón que es un instrumento musical emparentado con el acordeón, tiene nombre de origen germánico, o sea que es alemán y se llama así porque lo inventó Heinrich Band quien tomó como base su apellido para bautizarlo.

Otro instrumento musical tan típico de algunas regiones de México como es la marimba, tiene sin embargo un nombre africano. La marimba original es una especie de tambor que usaban los nativos allá en el Continente Negro.

Tenemos muchas palabras italianas. Por lo pronto para casi todo lo relacionado con la música se usa el italiano: La soprano, la mezzosoprano, el adagio, el tempo y el divertimento son vocablos italianos. Además tenemos palabras como el espagueti y los dulces de tutti frutti que significa “todas las frutas”.

Tenemos en uso así mismo muchos términos latinos a pesar de que el latín es una lengua que “descansa en paz” o sea que es una lengua muerta. En latín decimos verbigracia, vía crucis y memorándum, además de muchas otras palabras que ya nos suenan totalmente familiares de tanto usarlas.

Palabras francesas, no se diga: buffet, maquillaje, complot y muchas más. También el teatro guiñol que en francés es guignol, que significa marioneta o títere y que surge a partir de unos espectáculos que se daban en la ciudad de Lyon, con muñequitos que representaban el campesino típico de esa región.

Cada día nos familiarizamos más también con palabras japonesas como kendo y karate y no me lo va a creer, pero el nombre del Yeti, el abominable hombre de las nieves es de origen nepalí, o sea que nos viene de Nepal. ¿Y dónde estará eso? Pues no sé, pero ahí nació ese vocablo.

Escríbale a Don Juan Recaredo: La dirección de su correo electrónico es donjuanrecaredo@gmail.com

PREGUNTA DEL PÚBLICO:

¿Es correcto decir “a mis espaldas” si sólo tenemos una? Aracely, Gracias.

RESPUESTA:

Algunos sustantivos se pluralizan para darle énfasis a la oración o por motivos poéticos. Por eso se dice los dineros, mis espaldas, los cielos, los mares, etc., a pesar de que obviamente son nombres que gramaticalmente se expresan en singular.

Frase supuestamente latina para terminar: Auri chili marranórum, non flojatis mecatóribus: Aunque te chille el marrano, no le aflojes el mecate. ¿Cómo dijo? ¡LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA!

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