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LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA

EL APÉNDICE SIEMPRE ES ÉL

JUAN RECAREDO

El tipo aquél iba en el camión observando insistentemente a la muchacha sensual que llevaba un vestido muy revelador. En cierto momento ella le pregunta: Señor ¿quiere ver dónde me operaron de la apéndice? Él contesta que sí muy animado y entonces ella le señala un hospital frente al cual iban pasando.

Seguramente que el chiste usted ya lo sabía pero yo se lo cuento para que busque usted un error que al redactarlo, a propósito pusimos ahí. ¿No lo advirtió? A ver, léalo de nuevo… ¿Ya? ¿Y encontró el error? ¡Qué bien! Pero además, si no lo encontró no se preocupe porque ahora mismo se lo voy a decir: El error es poner al artículo LA antes del apéndice que es un nombre masculino.

Es un error muy común. Ese tipo de errores a cada rato se nos van en el uso cotidiano de nuestro lenguaje. Como también es muy común que le digamos anginas a las amígdalas cuando están sanas o que los frijoles se cocen o que llevamos el auto a un taller automotriz.

Las amígdalas son anginas sólo cuando se inflaman, los frijoles se cuecen, no se cocen y el taller no puede ser automotriz porque ése es un adjetivo femenino.

En todo caso el masculino de automotriz es automotor.

Son errores muy comunes pero que no por frecuentes dejan de ser errores y en algunos casos son errores graves.

Como el de las cuerdas bucales, o el banco que financííía o el lugar que se evacúa.

Las cuerdas no son bucales porque no se refieren a la boca.

Son vocales porque se refieren a la voz. El banco no financííía sino finaaancia y el lugar no se evacúúúa sino que se evaaacua.

Además a este verbo (evacuar) se agrega con frecuencia el error de que se dice que evacuan a las personas cuando las hacen salir de un lugar debido a un peligro, pero el que se evacua es el lugar porque es el que queda vacío.

En esta tienda abren hasta el lunes, decimos queriendo decir que está cerrado ahora y el lunes van a abrir, pero la verdad es que estamos diciendo lo contrario.

En todo caso deberíamos decir: En esta tienda NO ABREN hasta el lunes. Así sí.

En empresas fabricantes de bebidas he oído que miden su producción en hectóóólitros cuando deben medirla en hectoliiitros.

Además las cosas no se deben quedar a la interperie que es una palabra que no existe. La que sí existe es la intemperie y las cosas se quedan ahí cuando no tienen protección contra los efectos del tiempo o del clima.

También se nos escapan con frecuencia redundancias como la “fábrica de ropa hecha” y la “inauguración de una nueva sucursal”.

Amí en lo particular se me hace muy difícil fabricar ropa sin hacerla o inaugurar una sucursal que ya tenga muchos años de estar funcionando.

Escríbale a Don Juan Recaredo: La dirección de su correo electrónico es donjuanrecaredo@ gmail.com

PREGUNTA DEL PÚBLICO: Pregunta Alicia Ramírez Velasco ¿Es correcto decir óbito fetal? ¿No es pleonasmo? ¿Es suficiente decir óbito si se trata de la pérdida de un bebé que aún no ha nacido?

RESPUESTA: Óbito es el fallecimiento de una persona de cualquier edad y en cualquier circunstancia. Si se quiere referir en particular a la muerte de un bebé aún no nacido está bien decir óbito fetal. Frase especial para holgazanes: Si el trabajo es salud, que trabajen los enfermos. ¿Cómo dijo? ¡LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA!

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