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Las tres alianzas

SERGIO AGUAYO QUEZADA

En la consulta del Estado de México la atención se concentró en el posible acuerdo entre PAN y PRD. Se pasaron por alto otras dos alianzas.

El PAN y el PRD del Estado de México recibieron un mandato claro para unirse en las elecciones para gobernador. Como el candidato mejor posicionado, Alejandro Encinas, ya reiteró su negativa a competir por el PAN está por verse si las cúpulas de esos partidos le encuentran la salida al laberinto. Por lo pronto enderezo esta reflexión en uno de los flancos más débiles de la transición: la relación entre sociedad organizada y clase política.

Soy miembro distinguido de una generación de ingenuos. Opté en los años sesenta por la vía pacífica y luego deposité las esperanzas de cambio en las urnas. Quienes nos agrupamos en asociaciones civiles asumíamos conscientemente la función de "retaguardia del cambio" porque creíamos que los partidos (entonces) opositores eran la vanguardia que, cuando llegara al poder, haría realidad los sueños de varias generaciones. ¡Qué ilusos!

Después del fraude de 1988 coincidimos con organismos de otras corrientes en la defensa del voto. De esa matriz nació, en 1994, Alianza Cívica que armó una estructura nacional para defender la limpieza de la elección presidencial de aquel año e hizo el catálogo más detallado y preciso de las inequidades. Después fue pionera en la organización de consultas nacionales y en las luchas por la transparencia antes de entrar a una etapa en la cual perdió presencia.

En parte fue por sus errores, pero también fue determinante la negativa de los partidos a reconocerle interlocución a la sociedad organizada; la veían como competidora y les irritaba su independencia. La arrogancia se ha ido transformando en mueca a medida que los partidos demuestran su incapacidad para gobernar y hacer que funcione la democracia. Eso pasa cuando la energía se canaliza a la defensa de prerrogativas y a la pelea por las cuotas.

Cuando las dirigencias del PAN y el PRD invitaron a la Alianza Cívica y a Propuesta Cívica a organizar la consulta del pasado domingo fue una aceptación tácita de las virtudes de la participación ciudadana independiente. Aceptamos porque creemos en las virtudes de consultar a la ciudadanía, y porque fue una oportunidad para buscar una nueva relación con la clase política. No podemos seguir esperando a que las burocracias resuelvan sus mezquinas disputas para proteger a periodistas y defensores de los derechos humanos o que se tomen en serio la ciudadanización de los organismos autónomos. El PAN y el PRD tienen una espléndida oportunidad para demostrar ese compromiso en el postergado nombramiento de los tres consejeros del Instituto Federal Electoral.

La consulta en el Estado de México ya sirvió para iniciar el urdido de un nuevo trato entre sectores de la sociedad civil organizada y la clase política. La crisis sistémica de la democracia exige alianzas, entendimientos y pactos entre partidos, movimientos políticos y sociedad organizada. Una lección de las últimas décadas es lo nocivo del divorcio entre sociedad y gobierno. Para enfrentar la emergencia nacional se requieren acuerdos en temas tan concretos como la distribución del ingreso, la seguridad y el medio ambiente.

El pasado domingo resurgió Alianza Cívica en el escenario nacional; un momento adecuado para desencadenar una posible participación en las elecciones presidenciales que vienen. Reapareció con la capacidad intacta para organizar operativos complejísimos. En unas cuantas semanas seleccionó, capacitó y organizó a 2,574 voluntarios que pudieron instalar 960 mesas de opinión en todos los municipios del estado. Una comparación dimensiona lo hecho. En las elecciones para gobernador de 2005 cada una de las casillas instaladas recibió un promedio de 252 votos; el pasado domingo cada mesa recibió 275 opiniones. El costo por voto en 2005 fue de 456 pesos; el domingo de 16 pesos. ¿Fue un fracaso?

Mención aparte merece la integración del Consejo Ciudadano convocado por Propuesta Cívica. Fue notable la pluralidad y representatividad de los activistas, académicos y periodistas reunidos; una trilogía que según Miguel Ángel Granados Chapa aparece en momentos importantes de la transición.

Este domingo se expresaron tres alianzas: la orientada a buscar candidato a gobernador, el inicio de un nuevo trato entre sociedad organizada y la clase política y Alianza Cívica. El trío se mueve sobre el terreno movedizo de una crisis sistémica y sobre la voluntad de cambio expresada este domingo en el Estado de México, bastión monumental de la cultura autoritaria mexicana. Nada está escrito. Es posible derrotar al determinismo que paraliza.

LA MISCELÁNEA

Comparto el dolor de Javier Sicilia y su familia por el asesinato de su hijo de 24 años. Me invade el amargo sabor de la rabia y la náusea causadas por la mediocridad de quienes deberían protegernos.

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