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Le da 'forma' a la tierra

DESDE HACE 43 AÑOS DON JESÚS SE DEDICA A LA CREACIÓN DE LADRILLOS

Tradición. Jesús Covarrubias, de 73 años, construye los adobes que habrán de formar su nuevo obrador que será ubicado en Morelos II.

Tradición. Jesús Covarrubias, de 73 años, construye los adobes que habrán de formar su nuevo obrador que será ubicado en Morelos II.

EDITH GONZÁLEZ

La masa amorfa formada con tierra negra, blanca y agua, poco a poco va tomando forma en las manos de Jesús Covarrubias, un hombre de 73 años, que ha dedicado más de la mitad de ellos a la creación de ladrillos.

Mientras se secan los ladrillos que se habrán de cocer en el obrador, con nostalgia el ladrillero comienza a formar los adobes para construir su nuevo cocedor, pues pronto tendrá que abandonar el lugar en el que trabajó 43 años.

Sin sandalias y vestido con un pantalón arremangado, una camisa blanca desgastada, un paliacate y una cachucha para cubrirse del sol, Covarrubias comienza a contar su historia mientras continúa dando forma al soquete.

 SE ENSEÑA A ELABORAR LADRILLOS

"Yo soy del estado de Jalisco, anduvimos en Coyote, Filadelfia, en Durango y varios ranchos y municipios buscando trabajo hasta que me quedé aquí. Me enseñaron cómo hacer el ladrillo y desde entonces me dedico a eso", dijo.

El ladrillero es dueño de un obrador, por lo que cuenta con gente que trabaja para él en la elaboración de ladrillos.

El salario, dice, depende de la cantidad que se vende por semana.

"Se ganan a veces los muchachos 700 u 800 pesos a la semana. A veces entre semana necesitan dinero y me piden, si tengo se los doy y cuando se llega el día de pago, se los rebajo".

La jornada laboral inicia a las 7:30 de la mañana para finalizar a la 1:30 ó 2:00.

El lodo, explica, "se prepara con tierra negra con revoltura, la tierra negra la acarreamos de donde la encontremos, del monte por lo general. La tierra blanca sale de aquí, porque hay bancos de tierra blanca. El agua la agarramos de aquí abajo, del subsuelo, no es potable".

Luego de realizar la mezcla comienza a acarrear la masa para colocarlas en los moldes y de esta manera darle forma a los adobones.

 EL SOL HACE SU LABOR Una vez formados, se acomodan en filas para ponerlos a secar. El tiempo de secado varía según el clima. "Si está haciendo buen sol se secan como en 5 días, si no pues más", dice.

De ahí se "banquean", es decir se colocan apilados en el cocedor u obrador, como se le conoce, en unas tablas separadas entre sí y se empiezan a cocer. "Cuando los banqueamos se le prende al cocedor. Le echamos madera y sirre para que prenda y lo tapamos. Hay quien le echa llantas, nosotros no, porque son las que más contaminan. Le echamos nomás poquito aceite para que agarre bien", dice. Se les deja 24 horas y luego se sacan para comenzar su comercialización. El millar de ladrillos lo venden en 700 pesos. A la semana si bien les va pueden vender hasta 6 ó 7 millares. Un obrador puede emplear hasta a seis personas o más.

Para los ladrilleros el cambio de Santo Tomás a terrenos del ejido Morelos II es justo, a pesar de que en su nuevo territorio no cuenten con agua, ni haya los bancos de arena blanca que le dan consistencia al ladrillo, pues la contaminación que causan las ladrilleras es nociva para los matamorenses.

"Sabemos que nos tenemos que cambiar, no hay de otra. Yo lo que le doy gracias a Santo Tomás, de habernos aguantado de echarles tanta humareda porque los terrenos son del ejido, no de nosotros, nosotros les pagamos una renta", dice.

Y es que para los matamorenses las ladrilleras forman parte de su historia y han sido parte importante de su desarrollo.

"Los cocedores rústicos aparecen en 1870 ó 1875. Aparecen porque se dan cuenta que en el barro que se hacía con tierra de aquí, era muy arcilloso, y que le daba mucha consistencia. Alguien les trajo la idea de que en otras partes se cocían y les servía para dar más limpieza y seguridad a su trabajo, es así como nacen", dice el Cronista de la Ciudad, Matías Rodríguez.

Incluso en Matamoros existió una fábrica de ladrillos construida por el alemán Karl Schumm Burger que nace por la necesidad de presentar una alternativa ecológica y comercial a los cocedores rústicos que existían.

Crónicas del

 JESÚS COVARRUBIAS

Ladrillero

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Escrito en: cronicas del campo

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