Contentos. El Cirujano acudió ayer para revisar nuevamente a Kenny.
Un accidente estuvo a punto de cambiar su vida. El lunes por la mañana, el pequeño Kenny, de un año y medio de edad, metió la manita izquierda a una desponchadora. Su dedo pulgar fue cercenado en un 90 por ciento.
De inmediato, su madre decidió trasladarlo a un nosocomio desde Mapimí, Durango, de donde son originarios, a Gómez Palacio. La mujer comprimió la base del dedo durante el trayecto, lo que evitó que el niño perdiera más sangre. El dedito estaba prendido de un vaso sanguíneo, lo que le ayudó a mantener el flujo de sangre a esa área. Kenny llegó al hospital San José, en donde los médicos que lo recibieron dieron un diagnóstico poco favorecedor. El niño perdería el dedito si no era operado, pero el éxito de la operación era solo de un 10 por ciento.
"Era muy aventurado reimplantarlo, se le dieron pocas esperanzas a la familia era arriesgado meterlo a cirugía, pero la familia aceptó", dijo Janeth Ramírez Amador, médico encargado del área de urgencias del Sanatorio.
El niño fue sometido a una reconstrucción de amputación casi total del dedo pulgar. Kenny ingresó con exposición ósea, pérdida de sección de tendones, vasos y cubierta cutánea. La cirugía fue un éxito. La recuperación del niño fue satisfactoria. El cirujano traumatólogo, Gabriel Martínez, fue quien realizó la operación junto con la doctora y el anestesiólogo, Jesús Fayaz. Ayer, Kenny sentado junto a su madre, recibió la noticia de que pronto sería dado de alta. Estaba estable, activo y sin muecas de dolor, sólo con su manita vendada. Los doctores lo revisaron y se despidieron con una sonrisa.
18
MESES
De edad tiene el pequeño Kenny, quien es originario de Mapimí.
45
MINUTOS
Fue el tiempo estimado que duró la operación realizada en el Sanatorio a Kenny.
Útil
El dedo pulgar es el más importante de la mano, pues es el que ayuda a la sujeción de las cosas. De ahí la importancia de salvarle el dedito al pequeño Kenny.