Una obra polifacética. Eliseo Alberto, fue narrador, poeta, ensayista, guionista y periodista.
Igual que su padre, el gran poeta Eliseo Diego, el escritor y periodista Eliseo Alberto de Diego García Marruz (Arroyo Naranjo, Cuba, 1951) murió en México, lejos de su patria. "Lichi", como le gustaba que le llamaran todos, falleció ayer a los 59 años, debido a complicaciones por una operación que le practicaron el pasado 18 de julio para trasplantarle un riñón.
El escritor cubano, que llegó a México en 1990 producto del exilio y que adoptó la nacionalidad mexicana en el año 2000, ejerció la narrativa y la crónica, hizo periodismo, escribió ensayo, trabajó guiones para cine y también fue poeta, aunque tenía pudor de mostrar sus versos pues los creía mucho menores que los de su padre, de quien decía haber heredado la melancolía.
Así como fue comentada su operación y convalecencia en el Hospital General de México, la muerte de Eliseo Alberto fue dada a conocer en Twitter, donde varios actores y escritores lamentaron la pérdida para la República de las Letras, esa que tanto desdeñó a "Lichi", cuyos restos fueron velados en una funeraria en Miguel Ángel de Quevedo.
A Eliseo Alberto no se le cumplió el deseo que tenía de volver a Cuba, su patria. Sabía que no volvería, por eso anhelaba vivir en Cancún, Playa del Carmen o Puerto Morelos, "ahí estoy a 30 minutos de La Habana", dijo en 2008, en una entrevista.
"Lichi" tenía una certeza: que era un exiliado para siempre y un nostálgico: "Sé que si un día me voy a vivir a Cuba lo único que va a cambiar es la dirección de la nostalgia. Me voy a pasar la vida oyendo a José Alfredo Jiménez y extrañando las quesadillas de flor de calabaza". Su convicción era que "El exilio es una patria".