Sentimientos encontrados. Mariel lloró y sonrió durante su encuentro con reporteros en la ciudad de México.
Mariel Solís, la estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de México que fue acusada de ser cómplice del crimen de un maestro de esa institución en 2009, por su parecido con otra mujer fue liberada ayer sin cargos.
El procurador de Justicia del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, dijo que la dependencia a su cargo determinó desistirse de la acción penal en contra de Mariel Solís.
Luego de salir del Penal de Santa Martha Acatitla, en su casa, arremetió contra su acusador: “qué poca madre tiene”, dijo además que no sabe si lo perdonará.
“No es mi culpa de lo que él haya hecho”.
“Mató a una persona valiosa, a un catedrático de la UNAM. No se vale”, recriminó a Luis antonio Jiménez Chávez, a quien las autoridades identifican como “El Sapo”.
Aún duda de perdonar al sujeto que buscó inculparla en el asesinato del profesor Salvador Rodríguez, hace dos años.
Mariel habló ante periodistas y les relató su penar, sus angustias y el miedo por el que pasó cuando fue detenida.
“creí que me iba a quedar ahi (en la prisión) para siempre”.
La joven también contó algunos aspectos que hasta la hicieron sonreír por momentos.
“No comía o comía poquito, no tomaba agua porque no quería ir al baño”. Y luego cuenta su detención: “estaba esperando el camión, de repente volteo y dos carros ahí estacionados y se bajan y me dicen ‘identifícate, identifícate’ y yo, ¿cómo? ¿por qué? Yo pensé que era un secuestro, vi que uno traía una placa cuadradita y dicen ‘somos de la Policía’... Del miedo a ser secuestrada pasó al miedo de perder sus sueños al ser encarcelada por la acusación de un homicidio que no cometió y por el que ahora en libertad, se pregunta: “¡¿qué pasó?!”.
“Estaba haciendo mis prácticas para ganar experiencia y un poco de dinero para ayudar en mi casa y comprar mis cosas. Me iba a salir en agosto para darle a mi tesis porque la tengo que entregar en noviembre; titularme y ahorrar para un posgrado.
Lo primero que pensé: ‘todo eso se va a ir a la basura”, diceMariel Solís.
