Innovación. Tras 40 años las obras en formato digital aún no han logrado entrar de lleno en todos los mercados editoriales del mundo.
MÉXICO, DF. Para algunos, los libros electrónicos representan una buena oportunidad para la socialización del conocimiento, el negocio, cuidado del planeta, ahorro de dinero y espacio, pero para otros es el fin de romanticismo ligado a la lectura, una complicación tecnológica, el paraíso de la "piratería" y hasta la desaparición de las publicaciones en papel.
Aunque por el momento se vive esta confusión sobre su futuro desarrollo, los expertos aseguran que es un hecho que el libro electrónico llegó para quedarse, y su avance se da con pasos muy lentos, pero firmes.
De acuerdo con la literatura existente, el primer libro electrónico -un diccionario editado por Random House- se publicó hace 30 años, aunque su origen se remonta a 1971, con el proyecto Gutenberg de la Universidad de Illinois, Estados Unidos.
Desde entonces a la fecha (40 años), el libro electrónico no ha logrado entrar de lleno en todos los mercados editoriales del mundo. En el caso de México, pocas son las empresas dedicadas a este rubro, que han comenzado a digitalizar algunos volúmenes, como es el caso del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. De un total de 174 editoriales entrevistadas, 116 aceptaron que cuentan con un proyecto digital, pero no todos tienen planeado publicar libros solamente en ese formato, sino que seguirán con el tradicional impreso, pues es el que tiene mayor demanda.