El líder de las rebeldes FARC, Alfonso Cano, fue traicionado por su propio anillo de seguridad, el cual entregó a las tropas militares la ubicación exacta para el ataque tras el cual falleció, informó hoy el diario El Espectador.
El periódico colombiano, que citó fuentes militares, aseguró que el Ministerio de Defensa evalúa el pago de recompensas a los informantes y la forma en que protegerán sus identidades ya que algunos siguen en las filas insurgentes.
Afirmó que "fueron varios de sus hombres de confianza los que dieron la ubicación para el bombardeo" al escondite que tenía el máximo jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
"Sin la información precisa que tenían a la mano los hombres más cercanos (a Cano), no habría sido posible que la llamada Operación Odiseo hubiera tenido un éxito tan redondo", apuntó.
Recordó que el presidente colombiano Juan Manuel Santos, en una alocución del sábado pasado, "ya había dado puntadas sobre la penetración del Estado a la entraña del grupo que custodiaba a Cano".
Precisó que los datos estratégicos fueron obtenidos por la inteligencia militar y de la policía de "la propia boca" de los guerrilleros que tenían muy cercanas relaciones con el líder de las FARC.
"Todo acompañado por la ejecución de un impecable operativo, un bombardeo que tardó 180 segundos y un desembarco milimétrico de 969 hombres en la región de Chirriadero (en el departamento del Cauca)", añadió.
Cano, quien asumió en 2008 el mando de las FARC, tras la muerte de Manuel Marulanda Vélez, alias "Tirofijo", por causas naturales, falleció el viernes pasado en un ataque militar al lugar donde se escondía.
