Desde su arraigo, David Romo Guillén envía una carta donde señala que las autoridades federales no pueden aprovechar el que lo hayan detenido para terminar con el culto a dicha deidad. (Archivo)
David Romo Guillén, líder de la Iglesia de la Santa Muerte, hizo un llamado a los fieles de su comunidad a no permitir que su templo, ubicado en la colonia 20 de Noviembre, sea cerrado por la Secretaría de Gobernación.
Desde su arraigo envió una carta, consistente en 10 hojas, donde señala que las autoridades federales no pueden aprovechar el que lo hayan detenido, para terminar con el culto a dicha deidad.
"Hago un llamado a los fieles del santuario, para que impidan su cierre, Gobernación no puede aprovechar para cerrar la única Iglesia de la Santa Muerte, ya que una cosa es mi responsabilidad en este caso y nada tiene que ver la institución o el inmueble", refirió en alusión a la posibilidad de que el recinto pudiera ser tomado por la autoridad local.
"El pretender cerrar la iglesia, es atentar contra el derecho y libertad de culto", abundó.
La forma de impedir el cierre de esa iglesia, dijo, es acudiendo a las ceremonias, rezando el rosario y encendiendo veladoras, para pedir porque que "esta maraña" se esclarezca.
Otra de las formas en cooperar para que su culto continúe, es que se den los enganches monetarios para la construcción de las criptas.
Puntualizó su inocencia y reiteró que su declaración fue tomada bajo amenaza de volverlo a torturar.
"No secuestré a nadie, desconocía la procedencia del dinero y de esto, da testimonio que se realizaron las operaciones bancarias sin dolo de nuestra parte".
Romo Guillén dijo ser sacerdote, obispo, y que lo seguirá siendo para ayudar a la gente desde su encierro en cualquier reclusorio. Resaltó que la falta de pruebas en su contra, llevó a las autoridades a arraigarlo.
En la misiva no se refiere a los motivos por los cuales contaba con credenciales de elector con un nombre falso.