La investigadora teatral Socorro Merlín y la psiquiatra Corina Vélez crearon 'Terapia teatral', procesos teatrales en trastornos mentales crónicos, enfermedades degenerativas y síndromes de discapacidad mental, un ciclo que analiza la vinculación entre las artes escénicas y la medicina.
De acuerdo con las especialistas, quienes hoy y mañana ofrecen dos sesiones informativas en el Centro Nacional de las Artes (Cenart), se trata de un ciclo de análisis en torno a las implicaciones prácticas de diversas dinámicas teatrales aplicadas en procesos terapéuticos de esos tipos de enfermedades.
'Se trata de tomar el teatro con sus recursos y materiales, para conformar técnicas especiales dirigidas a niños con problemas y enfermos mentales', explicó Merlín a Notimex previo a su ponencia sobre las enfermedades mentales, en la que mencionó un panorama amplio sobre males degenerativos y sus procesos terapéuticos.
La también directora y profesora de teatro, quien posee un doctorado en Humanidades, Investigación y Teatro Iberoamericano y otro en Teatro Iberoamericano, se refirió a los antecedentes de prácticas terapéuticas con recursos teatrales utilizados en el Instituto Nacional de Bellas Artes.
Adelantó que durante el ciclo va a exponer unos trabajos de investigación en este terreno inscrito dentro de las bellas artes, especialmente del teatro para niños, para adolescentes y para adultos, 'todos con problemas psiquiátricos, algunos leves, otros moderados y otros más graves'.
El arte, dijo, es una terapia que ayuda a integrar el 'yo' de los pacientes, quienes generalmente tienen un 'yo' desintegrado.
Los niños no alcanzan a conformarlo y los adultos con padecimientos como esquizofrenia tienen su 'yo' desintegrado, y el teatro ayuda unos a unirlo ya a otros a recuperarlo.
Las dos ponentes explicaron que el teatro que se hizo para niños es especialmente para ellos, en función de sus curvas de atención y todas sus habilidades y recursos motores.
'Estas curvas se realizan de acuerdo con el tiempo que los niños con problemas pueden estar atentos y así se expresa una obra de teatro', precisaron.
Antes de abrir el ciclo de conferencias en torno a la 'Terapia teatral', ambas especialistas señalaron que 'las obras son modulares, no contadas en el tiempo y el espacio porque esos niños no alcanzan a conformar un concepto de lo que se les está dando'.
Y es con juegos escénicos de corto tiempo que los niños están pendientes del teatro que se hace para ellos, que generalmente va de 20 a 40 minutos, precisaron.
La obra es adaptada a las necesidades de cada infante y las curvas de atención que muestran, con lo cual los niños entran a la dinámica teatral, concluyeron.