La libra. La cantante reveló que salí de juerga con Amy Winehouse, quien finalmente murió.
La cantante británica Lily Allen confesó que estuvo a punto de adquirir el vicio del alcohol, por lo que podía haber muerto igual que su amiga Amy Winehouse.
"Estuve varias noches de juerga con Amy y sé exactamente cómo eran. Es muy fácil caer en la locura. Fui lo suficientemente fuerte para salir corriendo", admitió la artista en entrevista al periódico The Sun.
Reveló que Winehouse se había convertido en un personaje de ella misma, y que su muerte, ocurrida el 23 de julio pasado, casi no se sentía real porque su vida se había visto en los medios impresos hasta casi el final.
"Amy quería una vida real. Quería ir al pub y no podía", exclamó Allen, de 26 años de edad, quien está casada desde junio pasado con el diseñador Sam Cooper y tiene un embarazo de seis meses.
También reveló que cuando Amy murió, recibió muchos mensajes de sus amigos aliviados de que ella no hubiera seguido el camino de la dependencia del alcohol.
"Recibí un montón de sms de amigos diciéndome que estaban felices porque yo estuviera todavía aquí. Que yo no hubiera muerto también. Es fácil quedarte enganchada y me siento afortunada por haber sido lo suficientemente fuerte para haber salido de ello", dijo.
