Lino Montes consiguió la presea de bronce en halterofilia. Lino Montes, un Atlas de bronce mexicano
Su ficha no aparece en la guía oficial de los Juegos Panamericanos. Tampoco su nombre suena fuerte en la delegación nacional. Es más, viajó a la Fiesta de América por casualidad, como último recurso de la halterofilia tras la lesión de un compañero. Así, sin bombo ni platillo, llegó Lino Montes a la justa continental. A casa regresará con un bronce pendiendo del cuello.
"Cumplí mi sueño, peleé hasta el último momento. Me siento bien", dijo.
Nunca como este domingo, Lino portó con tanto orgullo su uniforme tricolor. Erguido, sabiéndose el protagonista de la tarde, el yucateco vive su momento. No es su tercer lugar panamericano lo que dibuja una sonrisa en su rostro; al menos no por completo.
El seleccionado acaba de hacer historia. Logró para México la primera medalla en la rama varonil después de una sequía de 28 años.
"Esta presea me sabe a oro. Quizá pude aspirar a más, pero creo que no lo hice mal. Es muy gratificante formar parte de los ganadores y saber que de alguna forma cumpliste. Son mis primeros Juegos y para ser novato me siento satisfecho", dijo.
En el último levantamiento Lino respiró hondo, caminó seguro a la tarima y levantó la pesa.