Con una importante cuadra de equinos cuenta el rejoneador español Pablo Hermoso de Mendoza, quien el próximo viernes 25, a partir de las 20:00 horas, en el Coliseo Centenario de Torreón volverá a deleitar a los laguneros. (Archivo)
Con una importante cuadra de equinos cuenta el rejoneador español Pablo Hermoso de Mendoza, quien el próximo viernes 25, a partir de las 20:00 horas, en el Coliseo Centenario de Torreón volverá a deleitar a los laguneros.
Para esa última corrida de aniversario del inmueble local, además del ibérico estará Antonio García 'El Chihuahua', así como Israel Téllez, el ganador del trofeo Coliseo Centenario, quien en caso de no poder actuar por su apretada agenda, cederá su lugar a Alfredo Ríos 'El Conde'.
Los astados que lidiarán los toreros a pie serán de la ganadería de La Concepción, mientras que los otros dos bureles para Pablo Hermoso, serán de Cuco Peña.
El rejoneador ibérico presume en su cuadra para las salidas a Curro, Dalí, Estella, Saramago y Unamuno. Para colocar las banderillas están Baroja, Caviar, Chenel, Ícaro, Machado, Pata Negra, Silveti, Tiziano y Van Gogh.
Hormiga, Nativo y Pirata los tiene para completar el último tercio, con los cuales se ayuda para meter el rejón de muerte y así culminar sus actuaciones dentro del ruedo.
Pero el europeo sigue con su agenda cargada de éxitos, que lo confirman como el mejor rejoneador del mundo, pero detrás de estas presentaciones existe algo que caracteriza a De Mendoza, su afán permanente por buscar y preparar nuevos caballos que al incorporarse a su cuadra permitan ofrecer variedad y novedad entre los aficionados que van a verle a una plaza de toros.
Esta premisa es una constante en el pensamiento del navarro, a pesar de que como es sabido y reconocido, Hermoso de Mendoza cuenta actualmente con la cuadra más amplia y de mejor nivel de cuantas existen en el mundo del rejoneo, con caballos que sin ver acción con él serían las figuras indiscutibles de otros caballistas.
Este trabajo, entendido más como una pasión, le ilusiona de manera especial y a la vez permite que constantemente esté descubriendo cosas nuevas y terrenos inéditos al montarles, conocimientos que se integran a su ya de por sí incomparable sapiencia con respecto al mundo equino.
Todo ello explica el porqué Pablo pasa diariamente largas horas en el campo domando y preparando a aquellos corceles en quienes tiene puesta la esperanza de que llegarán a tener éxito en el mundo del toro y que le acompañarán en los distintos compromisos de su agenda taurina.
