El presidente Nicolas Sarkozy celebró hoy la liberación de dos periodistas franceses, quienes llegaron esta mañana a París tras permanecer más de 18 meses cautivos en Afganistán a manos de los rebeldes del movimiento Talibán.
El jefe del Ejecutivo, acompañado por su esposa Carla Bruni y por el ministro de Asuntos Exteriores, Alain Juppé, recibió esta mañana a Hervé Ghesquiére y Stéphane Taponier en el aeropuerto de Villacoublay, cerca de la capital francesa.
'Estoy feliz de recibir en casa a dos compatriotas que cobarde e injustamente fueron retenidos como rehenes en Afganistán', sostuvo Sarkozy, quien felicitó a 'todos los servicios' que participaron en la liberación de los reporteros, en particular el ejército francés.
Antes de ser trasladados al hospital para ser sometidos a exámenes médicos a fin de verificar su estado de salud, los periodistas declararon a la prensa que jamás fueron maltratados durante su secuestro, según reportes del diario francés Le Figaro.
'Jamás sufrimos malos tratos, jamás estuvimos bajo amenaza de muerte, ni fuimos golpeados, ni heridos durante nuestro cautiverio', afirmó Ghesquiére al dar cuenta de su secuestro de 547 días.
Asimismo, los reporteros -que laboran para la cadena de televisión France 3- desmintieron haber sido capturados debido a su imprudencia ya que dijeron estar capacitados para trabajar en las zonas de conflicto.
Los dos hombres relataron que fueron separados al cabo de tres meses de retención y que volvieron a ser reunidos en diciembre de 2010, pero que durante ese periodo sólo tuvieron contacto con el mundo externo a través de una radio, en la cual escuchaban las noticias.
Así fue como se enteraron de que una movilización estaba en curso para lograr su liberación.
Ghesquiére recordó que durante su cautiverio escribió más de 500 hojas sobre su vida cotidiana, pero que sus escritos le fueron confiscados por sus secuestradores cuando fue puesto en libertad. 'Pensé que nunca saldría', reconoció.
Los periodistas también evocaron 'las falsas esperanzas' que les provocaron los tres o cuatro anuncios de liberación que finalmente nunca se concretaron y que les hicieron más difíciles los últimos meses del secuestro.
