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Lo que la música pierde

Artistas no cuentan ya con espacios en televisión dedicados al 100 por ciento a dar a conocer su propuesta, tal como por años lo hizo Siempre en Domingo

Lo que la música pierde

Lo que la música pierde

EL UNIVERSAL

México, DF.- Hoy en día la forma de consumir música en tv se ha convertido en un chiste comparado con lo que empezó como un aliado para la industria y decenas de intérpretes y agrupaciones que poco a poco vieron reducidos su espacios a ínfimas actuaciones.

Productores, especialistas y artistas coinciden en que el espacio es necesario, y comentan cómo la desaparición de programas como Siempre en Domingo, el Aca Fest, Domingo Azteca o Al ritmo de la Noche repercutieron en la forma de consumir a los cantantes, pero también afectó a cierta parte de la maquinaria del espectáculo.

“Todo se acabó y desapareció esa parte de la industria importante para la música. Eso que la hacía parte de nosotros como país y que ahora que no existe se hace necesario para muchos artistas”, opina Luis de Llano Macedo, productor del Festival Acapulco, quien señala a las disqueras y la llamada payola del exterminio de la música a la pantalla chica.

“Los artistas se volvieron exclusivos de las disqueras o los representantes. Antes venían una semana completa al país, se presentaban en los programas, la gente los veía, compraba sus discos y daban presentaciones por todo el país. Hoy Ricky Martin o Shakira vienen un par de días y quieren hacer todo en unas horas”, agrega.

Los afectados

Actualmente muchos cantantes se han adaptado a las nuevas necesidades de la televisión, y han aceptado espacios, muchos incluso que no son musicales, para poder promocionarse.

“Es triste y penoso, porque muchos crecimos con esa televisión que empezamos viendo. Era modelo a seguir y hoy no hay un programa que te dedique tiempo o que junte a las familias como Siempre en Domingo, opinó Cristian Castro, quien se dijo afectado en su momento por la falta de espacios.

Casos como el de Napoleón o Manoella Torres rayan en lo dramático, pues después de perder la vitrina televisiva prácticamente desaparecieron.

“Creo que no soy el único, muchos de mis contemporáneos perdimos la gran oportunidad de mostrarnos, incluso siendo consolidados”, explicó el intérprete de Ella se Llamaba Martha, quien comenta que las disqueras tuvieron que ponerse de acuerdo para bajar sus estándares de ventas y otorgar reconocimientos.

“Antes te daban disco de oro por 100 mil copias, hoy con 30 ya lo mereces, pero eso también fue gracias a la piratería”.

Coincidente de pensamiento es Jaime Almeida, quien estima que la salida de dichas emisiones de la programación encarecieron el espectáculo musical.

“Antes México era trampolín para artistas de España, Argentina, Italia y otras naciones, que nunca hubieran pegado si no lo hacían aquí. La gente los veía y consumía de una manera que los hacía suyos, pero todo eso cambió y de alguna manera afectó. Tampoco hay programas especializados en música, como en su momento Estrellas de los 80 o XETU, donde la dinámica era poner videos de tus artistas favoritos”, concluye el melómano, quien también destacó el caso de canales de cable como MTV, quien de ser una opción 100% musical, hoy transmite realitys y animaciones.

Ni la sombra de Siempre en Domingo

Los espacios musicales en televisión, hoy día, han sido reducidos prácticamente a nada en las revistas matutinas, programas de concursos, cocina, realities y talk shows que, la mayoría de las ocasiones, poco apoyan a grupos y cantantes que buscan mostrarse.

Proyectos como Al Ritmo de la Noche y Noche de Estrellas, producidos por Jorge Ortiz de Pinedo y Guillermo del Bosque intentaron llenar el vacío que dejó Siempre en Domingo, con voces a favor y en contra en la opinión pública.

“Creo que el programa de Ortiz de Pinedo era el ideal, porque para que un programa tenga éxito y se quede en la gente, necesita continuidad; pero Al Ritmo de la Noche era diario, con variedades que cambiaban y opciones de entretenimiento”, comenta Luis de Llano.

“Aquel momento con Ortiz de Pinedo fue un momento dorado de la televisión nocturna en México”, califica René Franco, porque el productor amplió las posibilidades de diversión en la noche, un espacio que hoy es cedido a ofertas de productos nacionales y extranjeros conocidos como televentas.

“Es una pena que haya pasado esto en la televisión mexicana, porque parece que a nadie le interesa sacar programas con contenido y de interés público, cuando en México hay una amplia gama de cantantes y grupos que la gente consume a diario y quiere ver. Jorge metió música, comediantes, entrevistas y conductoras sexys algo que la gente disfrutaba y veía.

“Hoy está claro que las televisoras han abaratado ese espacio nocturno y lo cedieron a la exposición de religiones y ventas de productos que, por lo menos yo, jamás compraré. Es una televisión donde todos ganan, menos el público”, sentencia al respecto el periodista y productor René Franco.

...Y los realities llegaron

La Academia vino a matizar, a su manera, la música en la pantalla chica con un reality show donde un puñado de desconocidos buscaban el éxito. En su primera emisión tuvieron como madrina a una naciente Christina Aguilera y algunos cantantes.

Después vino la fiebre de este concepto en Televisa con los Cantando y Bailando por un Sueño, propuesta donde, inicialmente y de forma bizarra, colocaba a un cantante en medio de un concurso de baile. Los números de audiencia funcionaron, pero la proyección de nuevos talentos y vitrina de estrellas consolidadas fue nula.

¿Sabías que...

Próximamente Televisa lanzará La Voz, que comenzará transmisiones el 11 de septiembre, misma fecha que La Academia 2011?

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Escrito en: Siempre en Domingo

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