Inolvidable. Cruella de Vil es la villana de la historia.
LOS ÁNGELES, EU.- Si cada año perruno son siete humanos, los dálmatas que enriquecieron a Disney en 1961 cumplirían ahora 350 años, lo que multiplicado por 101 da un total de 35 mil 350 años...
Difícil que salgan las cuentas, pero al mago de Burbank sí le cuadraron en el momento en el que "101 Dálmatas", proyecto ambicioso realizado con poco presupuesto, se convirtió en la película más taquillera de su año y, en la undécima de la historia del cine gracias a las reposiciones de 1969, 1979, 1985 y 1991: hoy habría recaudado sólo en Estados unidos 794 millones de dólares, 15 millones más que Avatar.
LA FÓRMULA DE SIEMPRE ¿Cuáles fueron los ingredientes mágicos? Desde luego, mucho ingenio para poder funcionar con tal cantidad de personajes sin apabullar al espectador, especialmente al infantil. Pero en esencia, las claves se siguieron casi al pie de la letra.
La factoría de los sueños para pequeños y no tan pequeños hizo una adaptación de un cuento ya existente, en este caso fue el relato de la escritora Dodie Smith. Ella, en su vida real vivía con nueve dálmatas, incluido uno llamado Pongo, y vislumbró la idea de escribir la historia cuando una amiga le dijo: "Estos perros servirían para hacer un abrigo estupendo", palabras que acabarían en boca de Cruella de Vil.
UN FILME LLENO DE CURIOSIDADES Después de los 6 mdd que había costado La Bella Durmiente, 101 Dálmatas vivió una reducción del 33 por ciento para su realización.
Como la crisis siempre genera ingenio, Walt Disney comenzó a utilizar la técnica de la xerografía, basada en fotocopias. Y para los truenos que anticipaban y concluían las apariciones de Cruella de Vil se reutilizaron los creados para Bambi.