LOS CAMBIOS LLEGARON PRONTO
Finalmente se dieron los primeros cambios de la administración de Jorge Herrera Caldera: Hugo Rosales Badillo y Jorge Hernández Zamora dejaron las oficinas de la Secretaría General de Gobierno, el uno, y la Dirección del Sistema DIF, el otro.
No son movimientos casuales ni de menor importancia. El espacio de Secretario General de Gobierno es, quizá, el espacio más sensible de todos los que tiene un gabinete.
Como tal, Rosales Badillo era el responsable de toda la política interna, de observar el cumplimiento de todos los ordenamientos tendientes a preservar la paz social y de fortalecer el diálogo con organizaciones y grupos de cualquier índole. En pocas palabras, quien esté en dicho puesto de operar como una extensión del Gobernador.
Sin embargo en Durango ocurría todo lo contrario: el ahora exsecretario llegó conflictuado al puesto. Tanto, que la oposición -entonces representada por PAN, PRD y Convergencia- fue el único de los nombramientos que cuestionaron.
Y es que durante todo el proceso electoral 2010 lo señalaron como el artífice de mecanismos legales tendientes a favorecer al grupo en el poder: dejarle al Congreso la designación de alcaldes sustitutos, quitándole a los municipios ese aspecto de su autonomía; ajustar las leyes locales para modificar los periodos de magistrados electorales y judiciales; y "perpetuar" al responsable de la Fiscalía General del Estado, al quitarle la atribución de su cese al gobernador del estado.
Siempre se responsabilizó a Rosales Badillo de todas esas estrategias.
Ya en el cargo, fue notoria su tendencia a romper diversas reglas entendidas, que actualmente siguen respetando los funcionarios, principalmente en materia de seguridad.
El abogado comenzó a señalar focos rojos, a referirse por su nombre a cárteles de la droga que actuaban en la entidad y a anticiparse a los dictámenes finales de las instancias de seguridad.
Más recientemente, se recrudeció su relación con la dirigencia estatal de la CTM, luego de la sesión del Consejo Consultivo de Transporte Público, hace apenas 17 días. Tras el encuentro, que apenas si duró media hora, quedó definido un incremento que no satisfizo a los choferes.
El dirigente del gremio, José Ramírez Gamero, sugirió al gobernador su remoción. Javier Covarrubias, líder choferil, lo calificó de cabeza dura.
Su cambio se veía venir.
En el caso de Jorge Hernández Zamora pasó algo similar, aunque en menor escala: su cargo representa al de mayor importancia en el DIF Estatal. Su buen o mal desempeño, invariablemente, incidiría en lo que la esposa del Gobernador -presidenta del organismo- reflejaría hacia fuera: no cumplió con las expectativas.
La innovación en los programas no llegó y siempre se le vio un tanto pasivo: demasiado administrativo para un cargo como el suyo. No logró que al DIF se le viera como una administración nueva. También se tenía que ir.
A la Secretaría General de Gobierno llegó Héctor Vela Valenzuela, hasta el domingo subsecretario de Gobierno en La Laguna. Aunque no se le identifica como parte del grupo del gobernador Herrera Caldera, sí se le ve más conciliador. No hubo reclamos por su llegada.
En el DIF se nombró a César Cárdenas, quien fungía como director de Planeación en la Secretaría de Desarrollo Social. Es hombre de absoluta confianza de la pareja gubernamental y tiene mejores antecedentes en materia asistencial.
Todo parece indicar que se incorporan perfiles más adecuados para ambos espacios. Y pudieran venir más: en la administración pasada fueron cerca de 50 movimientos; se pronostica algo similar.