E N una semana el presidente Felipe Calderón logró que dos de los cuatro integrantes de su gabinete que aspiraban a ser candidatos blanquiazules declinarán en sus intenciones presidenciales, con lo cual la lista se redujo a 5 aspirantes: dos legisladores (Santiago Creel y Josefina Vázquez Mota); un gobernador (Emilio González Márquez) y dos secretarios (Alonso Lujambio y Ernesto Cordero).
Con la decisión de Javier Lozano, primero, y Heriberto Félix Guerra, posteriormente, Calderón avanzó en su objetivo: lograr que sólo un integrante de su gabinete participe en la contienda interna del blanquiazul y elevar así las probabilidades de que uno de sus candidatos sea el abanderado.
Las verdaderas preocupaciones eran del presidente, que había alentado las aspiraciones de muchos secretarios y veía cómo eso se le revertía al acercarse la contienda interna, pues sus allegados dividían sus votos entre cuatro opciones. Por otro lado, particularmente Josefina Vázquez Mota y Santiago Creel, consolidaban sus apoyos y, por lo mismo, su ventaja sobre los todavía secretarios federales.
Los dos que declinaron fueron los más rezagados en la carrera. De acuerdo a la última encuesta de Consulta Mitofsky, levantada entre el 24 y el 27 de junio, Javier Lozano era conocido por la cuarta parte de los encuestados, contaba con un saldo de opinión desfavorable en 0.5 puntos porcentuales entre la población en general y favorable entre los panistas en 5.1 y había logrado pasar del 1% de las simpatías panistas en enero al 1.6% en junio; por su parte, a Heriberto Félix, lo conocía el 16.2% de los encuestados y los saldos de opinión eran muy similares: en población general, desfavorable en 0.2 y entre los panistas, favorable en 2.7, y se había mantenido estancado en las preferencias entre los panistas, pues pasó de 1.3 en enero a 1.4 en junio.
Hasta estos momentos la contienda por quién lleva la representación del gabinete la gana Alonso Lujambio, pero está muy cerca Ernesto Cordero; de acuerdo a la misma encuesta Lujambio es conocido por el 27.6 y Cordero, por el 20.4% y el saldo de opinión entre población abierta es ligeramente positivo en el caso del primero (0.1 punto) y ligeramente negativo en el del segundo (-0.2) y entre los panistas los saldos favorables son respectivamente de 9.5 y 6.0; y en lo relativo a las preferencias entre los panistas, los dos caen: Lujambio, del 7.8% al 7.6 y Cordero del 8.7 al 7.5.
De acuerdo a la evolución de estas encuestas, Josefina Vázquez Mota ha logrado duplicar sus preferencias entre los panistas, al pasar del 16.8% al 33.4; en el mismo lapso (enero-junio), Santiago Creel bajó de 40 a 33.0%, con lo cual pasó del primero al segundo lugar en el primer semestre del año. En cuanto al porcentaje de encuestados que los conocen Creel llega al 64.7 y Vázquez Mota, al 50.8%; y en las opiniones Creel tiene un saldo desfavorable entre la población abierta de 3.4 puntos y Vázquez Mota, favorable de 1.9 y entre los panistas ambos son favorables con 23.3 para Creel y 25.8 para la diputada.
González Márquez también ha crecido en las preferencias entre los blanquiazules al pasar del 2.5 en enero al 6.3 en junio y él apuesta a los reflectores que tendrá con la organización de los Juegos Panamericanos en Guadalajara, Jalisco, del 14 al 30 de octubre de este año. González Márquez es conocido por el 24.7% de los entrevistados; tiene un saldo de opinión desfavorable en la población en general de 1 punto porcentual; y favorable, entre los panistas de 5.1.
En función de estos resultados, que seguramente son muy similares a los que tienen los propios aspirantes blanquiazules, los aspirantes han tomado sus decisiones: Lozano y Félix, de declinar; Creel, de separarse del Senado para iniciar un activismo más intenso, particularmente entre los simpatizantes y militantes blanquiazules; González Márquez, de apostar todo a la organización de los Juegos Panamericanos; Lujambio y Cordero, de ir hasta el final para ver quien lleva la estafeta del gabinete y el apoyo presidencial; y Vázquez Mota, de seguir hasta diciembre como coordinadora de los diputados blanquiazules, pues no cree tener otro escaparte mejor que ése.
De acuerdo al nuevo Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales este proceso de selección interna de los partidos se realizará entre la tercera semana de diciembre (a partir del 13) y la segunda semana de febrero (hasta el 11, como plazo máximo), así que todos tienen todavía suficiente tiempo y posibilidades para intentar posicionarse en el ánimo de los electores en general y, particularmente, de los panistas.
Sin embargo, el mayor problema que hoy tienen todos es que, de acuerdo a la misma encuesta, Creel en realidad no le suma votos al PAN, sino que le resta y Vázquez Mota en el mejor de los casos (compitiendo contra Manlio Fabio Beltrones y Marcelo Ebrard) le suma 2.4 puntos porcentuales; mientras en el caso del PRI, Enrique Peña Nieto le llega a agregar, en la mejor combinación, 11.5 puntos porcentuales a las simpatías tricolores; y Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard, en sus mejores combinaciones, 9.3 puntos. Éste debería ser realmente el reto blanquiazul: encontrar al candidato que tiene más posibilidades de sumarle votos a su partido, en la contienda contra el priista Peña Nieto, que aparece claramente como el mejor candidato del tricolor; y, cualquiera de los dos perredistas, ya que ambos le suman. Y esa preocupación no parece ser la que prevalece hoy en el ánimo blanquiazul.
