Lucha en Libia. Ayer la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, aseguró que los días de Gadafi están contados. En la fotografía un grupo de rebeldes libios en Misrata. El pasado martes Gadafi aseguró que se quedaría en Trípoli vivo o muerto.
La secretaria de Estado estadunidense Hillary Clinton afirmó ayer que los días del líder libio Muammar Gaddafi "están contados", durante la apertura de la tercera reunión del Grupo de Contacto sobre Libia, celebrada en los Emiratos Árabes Unidos (EAU).
En su alocución, Clinton instó al Grupo de Contacto, integrado por Estados Unidos, Francia Italia, Reino Unido, Qatar, Jordania y Kuwait, a intensificar su misión en Libia para poner fin una vez por todas al régimen de Gaddafi.
"El tiempo está de nuestro lado, a medida que pasa el tiempo, mantener nuestra determinación y la unidad sólo se vuelve más importante... los días de Gaddafi están contados", subrayó, según un reporte de la cadena Al Yazira.
La jefa de la diplomacia estadunidense dijo que además de la misión militar de proteger al pueblo libio de la represión del régimen libio, el grupo tiene a su cargo la responsabilidad de intensificar la presión política, diplomática y financiera de Gaddafi y su régimen.
En el mismo sentido se pronunció el ministro italiano del Exterior, Franco Frattini, quien afirmó que el régimen de Gaddafi está llegando a su fin, "estamos empezando a hablar del final".
Durante la reunión del Grupo de Contacto en Abu Dabhi, el Consejo Nacional de Transición (CNT), órgano oficial del movimiento rebelde que lucha contra las fuerzas de Gadafi, presentó un plan para la transición en Libia, una vez que caiga el régimen del líder libio.
El plan establece cinco fases para la transición: primero poner fin el conflicto armado, un período de estabilización, otro para la construcción de instituciones políticas, la transferencia de poderes y la planificación y gestión, según fuentes cercanas al encuentro.
Los representantes del CNT expresaron su voluntad para que la sociedad civil se constituya como un poder "de facto" en Libia y expresaron su deseo porque el poder se entregue a los consejos locales, que se han encargado de los problemas de los civiles.
La tercera reunión del Grupo de Contacto para Libia transcurre mientras la organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) continúa sus bombardeos contra objetivos de Gadafi en torno a la Trípoli, capital libia.
La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, pidió ayer a las autoridades sirias "cesar sus ataques contra su pueblo" .
Pillay subrayó que ha recibido un número alarmante de denuncias sobre crueles abusos a civiles, en donde el número de muertos ha llegado a más de mil 100 y suman más de 10 mil heridos.
"Es extremadamente deplorable que un gobierno trate de reprimir a su población y de someterla usando tanques, artillería pesada y el uso de francotiradores" , declaró Pillay en un comunicado.
La Alta Comisionada reiteró una vez más su pedido al gobierno de Siria para permitir la entrada a una misión de la Organización de las Naciones Unias al país y exigió que se ponga fin a la matanza de civiles.
Lamentó que ha reiterado varias veces su llamado para que pueda entrar al país la comisión investigadora designada por el Consejo de Derechos Humanos y que no han recibido ninguna respuesta del gobierno ni positiva ni negativa.
Pillay pidió a los países vecinos a Siria que mantengan abiertas sus fronteras para recibir a refugiados sirios.
Más ataques a Trípoli
Un ataque aéreo de la OTAN sacudió la capital de Libia, con una serie de rondas de bombardeos que se cree tenían como objetivo las afueras de Trípoli.
En un primer momento, la intensidad de los ataques sugería el regreso de los pesados bombardeos de la OTAN que golpearon el martes las instalaciones militares en la capital y arrasaron grandes edificios en el extenso complejo del líder Moamar Gadafi en el centro de la ciudad. Al caer la noche del jueves, se habían realizado un total de 14 ataques aéreos, considerablemente menos que el martes. Hubo ocho explosiones en una primera serie de ataques ayer y, horas más tarde, el sonido de seis ataques más retumbó en la distancia. Los funcionarios del gobierno no dijeron cuál había sido el blanco de los bombardeos.
Los ataques apoyan un levantamiento popular que cumple cuatro meses y busca derrocar a Gadafi, quien ha estado en el poder desde hace más de cuatro décadas.
Los rebeldes ya dominan algunos sectores del este del país aunque los combates se han estancado a pesar del apoyo aéreo de la OTAN. Gadafi no muestra señales de ceder el poder bajo la presión de los ataques de la OTAN, a pesar de los repetidos golpes contra su complejo, los edificios gubernamentales, los emplazamientos de radares militares y otras instalaciones del ejército.
Sin embargo el jefe de la CIA estadounidense, Leon Panetta, dijo ayer en un testimonio ante el Senado que la operación militar de la OTAN, las fuertes sanciones económicas, y hacer cumplir la zona de exclusión aérea está poniendo una tremenda presión sobre Gadafi.