Qué gran brete es el que está haciendo el señor Javier Sicilia. Siendo una víctima más de la oleada de violencia que se vive en el país desde los albores del sexenio del actual presidente Felipe Calderón. Sicilia sufrió una de las peores penas que puede haber: la pérdida de un hijo.
En su ciudad de residencia, Cuernavaca, Morelos, el joven Sicilia fue hallado asesinado en un auto dejado abandonado junto a seis muchachos que vivieron la misma suerte, vía la cruel estrangulación.
Desde se conoció el suceso, que en frío, no es más que un hecho más de los aproximadamente 40 mil muertos que ha arrojado esta lucha contra el crimen organizado que se vive con el gobierno de Calderón y como era obvio, este terrible hecho cobró relevancia mediática porque una de las víctimas era vástago de un connotado intelectual particularmente enfocado a la literatura; la poesía en lo específico.
De todas las víctimas que se viven por parte de la pudrición absoluta que se da en un sector de la sociedad mexicana, ha habido muertos que por las familias a las que pertenecen, cobran mayor interés.
En esta lista se puede encontrar los casos de los también jóvenes Martí, Wallace y Vargas. En el caso primero, un adolescente de 14 años fue secuestrado y ultimado por sus captores. Su padre, Alejandro Martí, el exitoso empresario de tiendas deportivas sufrió la misma pena que habrían de sufrir los hijos de la señora Miranda de Wallace y del empresario y exfuncionario público, Nelson Vargas.
Empresarios prominentes, funcionarios públicos de rango, como lo fue Vargas que se desempeñó como titular de la Comisión Nacional del Deporte en la administración de Vicente Fox, y que un secuestro que terminó igual que el de Martí, le arrancó la vida a su hija, que ni siquiera había alcanzado la mayoría de edad.. Y la desgracia de la señora Wallace, que se convirtió en una especie de heroína, cuando decidió luego del atropello brutal que sufrió cuando los secuestradores de su hijo lo privaron de la vida cuando lo sometían, y desde entonces ella se decidió a dar con el paradero de los deleznables sujetos que cometieron el crimen con su hijo, que también se hallaba en plena juventud.
A todos ellos por desfortuna se les ha unido Sicilia, que ahora con su pena se suma a tan desdichado grupo, y él como pertenece al gremio intelectual, con lo cual alcanza la notoriedad de los medios.
En este contexto, el caso de Sicilia nuevamente se posicionaba en la palestra de los medios nacionales, el poeta tuvo así la coyuntura de expresarse masivamente a través de los medios. Con toda la razón y la obvia capacidad que tiene para comunicarse apropiadamente, tuvo la oportunidad de describir el inmenso dolor y franca rabia se sentía por el homicidio perpetrado a su hijo, y además para alzar la voz para denunciar una vez más la terrible espiral de violencia y abuso que se vive por casi todo México.
Pero por fortuna, Javier Sicilia decidió actuar. Primero hizo una marcha desde Cuernavaca a la ciudad de México. La justificada marcha concluyó con un mitin que adquirió tintes políticos. De hecho, el propio Sicilia exigió a micrófono abierto la renuncia del titular de la Secretaría de Seguridad Pública, el ingeniero Genaro García Luna, lo que dio la sensación de que su movimiento había sido ya infectado por la política.
Vino el anuncio de su caravana hasta ciudad Juárez, Chihuahua, que por el antecedente de lo que había ocurrido con su caminata, sonaba a que la notoriedad ya le había agradado.
Sin embargo, en su peregrinar, Javier Sicilia ha recogido el penar de muchas personas que como él, han sufrido la mutilación de su familia. La foto publicada ayer en este diario, cuando el poeta pasó por La Laguna y se reunió con sus pares en el Bosque Venustiano Carranza, da muestra que al menos en su recorrido, él ha podido aunque sea ser un necesario receptor y bálsamo de muchos, quienes a través del territorio nacional, han sufrido como él.
Habrá de llegar Javier Sicilia a Ciudad Juárez, la ciudad más violenta de todo México, donde encontrará muchas de las abominables historias que se están dando por la situación desesperada que se vive día a día. Él tal vez pueda ser el agente de cambio que rogamos todos ya aparezca.
Eirazoqui@elsiglodetorreon.com.mx