Envejece. En algunos poblados las personas jóvenes se fueron; solo quedan adultos mayores.
Basta recorrer un par de comunidades rurales para darse cuenta de cómo han envejecido: la pobreza, sequía e inseguridad han provocado la migración de sus habitantes hacia otros puntos del estado, país y mundo.
En las calles, apenas si se percibe la presencia de personas jóvenes: imperan los adultos mayores y los niños, dejados en resguardo de sus abuelos, en lo que sus padres encuentran la forma de ganarse su presente y futuro.
Y parece un proceso que ya no se revertirá, pues la crisis se viene sufriendo desde hace décadas. Todo indica que el progreso ya no está en el campo mexicano.