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Los retos de la investigación farmacéutica

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EL UNIVERSAL

La industria de investigación farmacéutica impulsa la innovación científico-tecnológica, la actividad económica y provee alivio o mejora la calidad de vida de millones de personas en el mundo. Todo sería muy diferente si no existiesen vacunas, hormonas, antidepresivos, antibióticos o analgésicos. Pero para mantener su vitalidad debe afrontar grandes retos en un entorno altamente competido y en el que no se avizora una pronta cura para males cronicodegenerativos como el cáncer o la diabetes. También debe superar las críticas de algunos sectores académicos, que la acusan de desatender los llamados males de la pobreza.

Tan sólo en 2007 la industria de innovación farmacéutica canalizó en todo el mundo casi 59 mil millones de dólares, cifra que la coloca como "la que más invierte en investigación y desarrollo, muy por encima de la automotriz, aeroespacial o de la computación", según un documento de la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica.

Para 2008, la inversión en investigación clínica en el país fue de mil 100 millones de pesos, y al año siguiente la cifra ascendió hasta mil 350 millones de pesos. En estas actividades participaron 2 mil 120 investigadores a través de 650 protocolos. En contraste, en 2003 sólo se registraron menos de cien estudios dentro de este rubro en México.

 ¿MAL CRÓNICO? Pero algunos observadores, sin dejar de reconocer las aportaciones de esta industria, señalan las que consideran sus principales limitaciones. Por ejemplo, Octavio Rivero Serrano, de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), acusó que las grandes compañías farmacéuticas descuidan las enfermedades agudas que afectan a naciones pobres.

En el simposio "Los retos de la salud en México", celebrado en esa casa de estudios, el exrector de la misma aseguró que a la industria farmacéutica no le interesa desarrollar tratamientos contra males agudos, sino "los fármacos para (combatir) enfermedades crónicas cuyo uso sea de por vida".

Citó como ejemplos algunas drogas contra la hipertensión arterial, contra los altos índices de colesterol en la sangre o contra los problemas ocasionados por la diabetes, que deben administrarse en forma permanente y a grandes grupos de enfermos, dada la extensión de esos padecimientos.

Rafael Gual, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica, reconoció que ya existen varias sustancias para tratar males como dengue o el de Chagas, pero -justificó- la industria no realiza nueva investigación con ellos debido a los altos costos que significa desarrollar una droga.

Este proceso, ejemplificó, dura entre 10 o 12 años y requiere una inversión de poco más de mil millones de dólares. "Si desarrollo un medicamento contra el Mal de sueño, que sólo existe en algunos países de África, es muy difícil que pueda recuperar la inversión que se requiere", añadió el titular de ese organismo de la industria farmacéutica.

El ingeniero Gual especificó que los cada vez más estrictos requisitos de las autoridades regulatorias para aprobar un fármaco han repercutido en el aumento de los costos de investigación. "De cada 3 moléculas que llegan al mercado (como nuevos fármacos), sólo una recupera la inversión realizada en su desarrollo".

 INNOVACIÓN Y PATENTES Otro gran reto es el vencimiento de las patentes sobre nuevos productos registrados, que dura 20 años, según normas nacionales como la Ley de la Propiedad Industrial y acuerdos internacionales. De 2011 a 2012, las compañías del ramo habrán perdido más de 60. Entre ellas figuran el popular Viagra (contra la disfunción eréctil) y Lipitor (contra el colesterol) ambos de Pfizer.

Cuando esto sucede, otras farmacéuticas productoras de genéricos pueden explotar comercialmente la fórmula, la cual ya no es exclusiva del laboratorio que la fabricó originalmente.

Armaduras, más

Un fardo que defensa

Enfundados en sus aparatosas armaduras, los caballeros del Medioevo tal vez podían sentirse más seguros en el campo de batalla. Pero el peso que soportaban era excesivo, pues hacía más lentos sus movimientos, como lo prueba una original investigación.

Científicos del Reino Unido evaluaron a un grupo de combatientes mientras probaban 4 tipos de armadura de hierro de hasta 50 kilos de peso. Ellos necesitaron más energía para mover brazos y piernas, según el artículo difundido en Actas de la Real Sociedad "B".

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¿Ambientes hostiles? La solución para algunas plantas es duplicar ADN

Dicen que hierba mala nunca muere. Pero esto también es cierto para muchas plantas benignas, que tras ser parcialmente engullidas por animales hervíboros muestran una reproducción más rápida y vigorosa que antes.

El secreto de esta curiosa estrategia de sobrevivencia está en la capacidad de algunas especies, como la Arabidopsis thaliana, de duplicar sus cromosomas sin necesidad de división celular. El hallazgo, difundido en la revista Ecology, fue realizado por científicos de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign (EU).

Fármacos taquilleros hallados por azar

⇒ Serendipia. En ciencia se le conoce con este término, pero en el lenguaje popular hay otro quizás más familiar: "chiripa". Así es como se han hecho algunos de los más grandes descubrimientos de la historia, incluidos los de varias sustancias que luego se convertirían en medicamentos muy conocidos o con récords de ventas.

⇒ Penicilina. El desorden habitual en el laboratorio del científico escocés Alexander Fleming facilitó en 1928 que en uno de sus cultivos con estafilococos dorados (bacterias) creciera un hongo, llamado Penicillium notatum. Este microorganismo resultó ser un eficaz antimicrobiano, pero en ese momento el hallazgo, que fue patentado, pasó prácticamente desapercibido. Años después, finalmente el hongo se aprovechó en la producción masiva del primer medicamento antibiótico disponible.

⇒ Viagra. En las primeras pruebas clínicas con la sustancia activa que permitió fabricar la popular pastilla azul (sildenafil) ésta se usaba para tratar la angina de pecho. Pero un grupo de pacientes pronto notó un inesperado efecto que desafiaba a la gravedad...

⇒ LSD. El médico suizo Albert Hoffman investigaba en 1943 un nuevo compuesto para inducir el parto; pero accidentalmente unas gotas cayeron en su mano. Los efectos alucinógenos que le produjo la droga (LSD, ácido lisérgico dietilamida) se convertirían dos décadas después en el estandarte de toda una generación: el movimiento hippie y la psicodelia. Hoffman argumentaba que la droga podría apoyar la labor del psicoanálisis y soñaba con que algún día se utilizara para combatir varios trastornos psiquiátricos, pero las autoridades sanitarias la prohibieron.

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Escrito en: Investigacion farmaceutica

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